En pocas horas ha logrado el Ejército Sirio, respaldado por Hezbolá, extender su control a todas las colinas adyacentes a la frontera con Líbano, cerrando los llamados “pasos de la muerte” por donde pasaban los coches bomba preparados por los terroristas takfiríes para ser estallados en zonas residenciales en Líbano.


Destacamentos de las Fuerzas Armadas sirias restablecieron la seguridad y la estabilidad en los pueblos de Maalula, Sarja y Yebeh, localizados en la región montañosa del Qalamun, fronteriza con Líbano, indicó el Ejército en un comunicado.

El Comando General del Ejército agrega que como parte de las operaciones antiterroristas también se recuperó el control total de las colinas y montañas que rodean a esas localidades luego de eliminar a gran número de los terroristas que se atrincheraban en ellas.

Este nuevo logro, afirma el texto, representa un avance fundamental en las operaciones encaminadas a poner fin al "terrorismo y sus patrocinadores" en todo el territorio nacional.


En los últimos meses, como parte de una ofensiva estratégica en las montañas del Qalamun, el Ejercito Árabe Sirio reconquistó las principales ciudades y pueblos de esa región, desde donde los grupos de la llamada oposición armada pretendían dividir el país en sus regiones sur y norte, y lanzar "el ataque final" contra Damasco.

Por su ubicación, adyacente a la frontera libanesa, el Qalamun se convirtió en una de las principales vías de suministros de armas desde Líbano hacia el interior de Siria, y de nuevos grupos de terroristas armados.


Durante las últimas semanas, y de manera sucesiva, las tropas gubernamentales cortaron los 18 pasos transfronterizos ilegales que empleaban los terroristas, aislándolos totalmente.

Maalula, la más reciente de las localidades recuperadas, es un poblado mayoritariamente cristiano; el único lugar del mundo donde todavía se habla el arameo (la lengua de Jesús).