Especial Alahednews

“Lo que fue arrebatado por la fuerza sólo puede ser recuperado por la fuerza”, con estas pocas palabras resume “Abu Atef” la opción de los palestinos frente a la ocupación israelí.

Abu Atef, un campesino de Gaza, se encontraba en su parcela cerca de la verja que separa la Franja del interior palestino ocupado desde 1948. Con la ayuda de activistas de la “Resistencia Popular” plantaba árboles de olivo en su tierra cercana a una base militar israelí en uno de los actos que rememoran el 38º aniversario del “Día de la Tierra”.


El hombre, de más de 60 años, decía que a pesar de las agresiones israelíes y los disparos procedentes de los torres del enemigo, seguirá aferrándose a su tierra, tal como hizo su padre y lo harán sus hijos.

De su parte, un activista de la “Iniciativa Nacional”, Nizar Abu Amor, destaca la importancia de no “abandonar” los terrenos adyacentes a la verja, en especial porque el ocupante trata de extender lo que llama “cinturón de seguridad”, y que ha privado a decenas de palestinos de recoger sus cosechas.

El activista agrega que la entidad sionista planea convertir a los palestinos en refugiados sin cobije en lugar de propietarios, pero este plan no tendrá éxito.

El pueblo palestino conmemoró este domingo "el Día de la Tierra", jornada anual destinada a protestar por la expropiación de sus tierras. Los actos rememoran la muerte en Galilea de seis palestinos con ciudadanía israelí que participaban en una protesta en contra de la confiscación de sus terrenos y la judaización de la región.


Bajo el eslogan "libertad para los prisioneros", miles de personas se manifestaron en lugares como aldea de Arabe, en la Galilea (norte) o Shaqib al-Salam, en el meridional desierto del Neguev.

En Gaza, bajo asedio del Ejército israelí, se organizaron actos pacíficos que incluyeron a niños volando cometas al este de Jan Yunes y mensajes en los que se exigía el fin de la ocupación israelí y la reconciliación entre el movimiento Hamás y Al-Fatah.

En Cisjordania se plantaron unos 400 árboles cerca de colonias judías y del Muro de separación.


En la ciudad santa de Al-Quds (Jerusalén), donde seis personas fueron arrestadas y varias más, entre ellas dos periodistas, resultaron heridas por la intervención del Ejército de ocupación israelí, centenares de palestinos montaron tiendas de campaña encima de los escombros de sus viviendas derribadas por los israelíes que pretenden vaciar la ciudad de sus verdaderos habitantes en el marco del plan de judaización de la misma.

Mohamed castro, padre de familia de nueve miembros, ante los escombros de lo que era su casa dice que “han podido destruir mi casa, pero no mi voluntad”.

Los palestinos están decididos a no abandonar sus tierras y seguirán enfrentándose a los ocupantes israelíes. “Esta es nuestra tierra, nuestro deber es defenderla, pueden derrumbar las piedras pero no la moral, somos más fuertes que las piedras”, dice Naser.