Tras las recientes derrotas sufridas, los rebeldes sirios iniciaron ayer una ofensiva para tomar zonas en la costa mediterránea, en las provincias de Tartús y de Latakia, donde se apoderaron del control de un puesto fronterizo con Turquía.

El Frente al Nusra, Sham al Islam y Ansar al Sham comenzaron ayer la llamada "Batalla del botín", en un intento de avanzar por las zonas costeras del oeste del país. Un portavoz del Frente al Nusra declaró el lanzamiento oficial de esta ofensiva.


"Estamos en la costa siria después de desenvainar nuestras espadas y no nos marcharemos hasta que nuestras familias estén a salvo de la injusticia en el territorio sirio, se levante el cerco a todas las ciudades y se libere a los prisioneros", explicó.

La filial de Al Qaeda en Siria advirtió de que si estas condiciones no se cumplen, "las espadas" se alzarán entre los seguidores del régimen y los rebeldes en la "Batalla del botín".

El grupo anunció también la formación de una sala de operaciones para "golpear al enemigo en su propia casa".

Inicialmente, los atacantes han tomado el control del puesto fronterizo de Kasab, entre Turquía y Latakia, tras violentos enfrentamientos.


Una fuente militar, citada por la televisión oficial, señaló que el ejército hizo frente a un "intento de terroristas de infiltrarse desde Turquía por varios puestos fronterizos en el norte de Latakia".

Al menos 17 "terroristas" murieron a manos de los soldados, entre ellos un emir del Frente al Nusra, agregó el canal.