Internacional
La violencia amenaza con extenderse al resto de Ucrania
Yanukovich denuncia una insurrección y suben a 25 los muertos en Kiev
El presidente Viktor Yanukovich denunció el miércoles una insurrección en Ucrania, sacudida por los enfrentamientos que desde el martes dejaron al menos 25 muertos en el centro de Kiev, ocupado por la oposición, según el último balance del ministerio de Sanidad, y 241 heridos hospitalizados, entre ellos 79 policías y cinco periodistas.
Los enfrentamientos entre la Policía ucraniana y los opositores se extendieron en la tarde del martes a la plaza de la Independencia de Kiev, epicentro de las protestas iniciadas en noviembre y donde este martes había miles de personas concentradas.
Los manifestantes lanzaron cócteles molotov, artefactos pirotécnicos y piedras contra las fuerzas de seguridad. También prendieron fuego a neumáticos y madera para intentar impedir la entrada de la Policía.
En el marco de los disturbios fue incendiado además el edificio Trade Union utilizado por los manifestantes antigubernamentales como sede.
La violencia amenazaba con extenderse al resto de Ucrania. En Leópolis unos 5.000 manifestantes tomaron por asalto las sedes de la administración y de la policía, así como edificios militares y depósitos de armas.
Por otra parte, los opositores han asaltado en la madrugada del miércoles varios edificios gubernamentales en las localidades de Lviv y Ivano-Frankivsk y han incendiado una comisaría en la ciudad de Ternopil, todas ellas ubicadas en el oeste del país.
Tras los incidentes, el presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, pidió a la oposición que se distancie de los sectores radicales y subrayó que "aún no es tarde para resolver el conflicto".
En este sentido, manifestó que, a menos que los líderes opositores marquen distancias con los grupos radicales que participan en las manifestaciones antigubernamentales, les hablará "de forma diferente".
Además, resaltó que algunos miembros de la oposición se sobrepasaron cuando pidieron a sus seguidores que llevaran armas a la plaza de la Independencia para defenderse de una eventual carga policial, y dijo que los mismos son "criminales" que serán llevados ante los tribunales.
Rusia atribuyó el nuevo brote de violencia a la política de los occidentales, que "cierran los ojos ante las acciones agresivas de las fuerzas radicales en Ucrania". En Washington, el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden se declaró "consternado" y urgió a Yanukovich a retirar a las fuerzas de seguridad de la calle y a "reanudar de manera urgente el diálogo con la oposición".