El Gobierno federal de Estados Unidos ha dado luz verde a los bancos para que puedan financiar los negocios de marihuana en aquellos estados donde es legal esta hierba, estableciendo una serie de criterios que deben cumplirse para garantizar la transparencia y seguridad de estas empresas.

La marihuana es legal en los estados de Colorado y Washington y en otros 18, así como en el Distrito de Columbia, las autoridades permiten su uso para fines médicos. A nivel federal, sin embargo, sigue siendo una sustancia ilegal.


El fiscal general, Eric Holder, admitió en enero que era necesario "afrontar una realidad que ya existe" y abogó públicamente por dotar de más herramientas a unos negocios que dependen en gran medida del dinero en efectivo, ya que no pueden contar con la ayuda de los bancos.

El Departamento del Tesoro obliga a las entidades financieras a tomar por "sospechosas" todos los acuerdos con los negocios de marihuana y a notificarlo al Gobierno. Los bancos marcarán con la etiqueta de "limitada" las transacciones aparentemente legales y, con la de "prioridad", aquéllas que vean más controvertidas y que necesiten de un mayor análisis por parte del regulador.


Las directrices del Ejecutivo de Barack Obama, sin embargo, no suponen una autorización explícita para la financiación y fuentes consultadas por la CNN han dado por hecho que, al menos por el momento, no se llegará a esta permisividad. No en vano, han recordado que las leyes federales sitúan a la marihuana al mismo nivel que la heroína.

El director ejecutivo del Grupo de Industrias de la Marihuana, Michael Elliott, ha considerado un paso adelante las directrices conocidas este miércoles pero ha pedido al Congreso que apruebe una normativa que dé "certeza" a los bancos para poder operar con estas compañías "igual que con cualquier otra".