El Salvador conmemoró este jueves el 22 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz suscritos el 16 de enero de 1992 en México por representantes del Estado salvadoreño y del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), documento que puso fin a décadas de un conflicto político y social que derivó en una guerra civil.

La comandante guerrillera, Nidia Díaz, fundadora del FMLN y firmante del documento que sentó las bases para una paz firme y duradera en El Salvador aseguró, en entrevista para Prensa Latina, sentirse contenta en este aniversario.

Estoy alegre por estos 22 años, porque nos encuentra en pie de lucha para seguir avanzando y lo vamos a lograr porque somos personas que ante todo y sobre todo ponemos al ser humano en el centro de nuestro trabajo.

No estoy satisfecha, pero hemos logrado algo que debemos seguir profundizando, expresó Nidia Díaz, quien ha participado desde la lucha popular a la militar, desde la cárcel a la diplomacia rebelde, desde la guerra a la negociación... desde la montaña al parlamento.


La comandante precisó que "ya no evaluamos desde una perspectiva cualitativa lo que se ha cumplido o no" sino que valoran los resultados, cómo está la democratización y los derechos humanos, así como la reconciliación, que fueron los grandes propósitos que trazaron.

Díaz enfatizó que realmente hace cinco años comenzó un proceso de transformación más profunda, para cambiar la sociedad salvadoreña en lo económico y en lo social.

Aseguró que urge seguir trabajando en esa misma dirección por lo que el Frente escogió a uno de sus líderes históricos, Salvador Sánchez Cerén, como presidenciable con miras a las elecciones del próximo 2 de febrero.


"Nuestro candidato y seguro presidente es un hombre que participó en el diseño de la reforma política del país que se logró a través de los acuerdos políticos, es un hombre que firmó los acuerdos de paz y está comprometido con esa paz integral", recalcó.

La guerra civil salvadoreña dejó unos 75 mil muertos, ocho mil heridos y 12 mil desaparecidos.

Los Acuerdos permitieron la desmovilización de guerrilleros y su incorporación a la vida política, liquidando un conflicto que, entre 1980 y 1991, dejó alrededor de 83 mil muertos y desaparecidos, 12 mil heridos y más de un millón de desplazados y refugiados.