Internacional
La guerrilla de las FARC pone fin a los secuestros
Las FARC liberarán a los diez militares y policías que mantienen secuestrados desde hace 14 años
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), es la guerrilla más antigua de América Latina con casi medio siglo de existencia, este domingo anunció, en un comunicado emitido por el Secretariado de su Estado Mayor, el fin de los secuestros como “práctica” de su “actuación revolucionaria” y la próxima liberación de diez militares y policías que aún permanecen en su poder como rehenes.
"Mucho se ha hablado acerca de las retenciones de personas, hombres o mujeres de la población civil, que con fines financieros efectuamos las FARC a objeto de sostener nuestra lucha (...) Anunciamos que a partir de la fecha proscribimos la práctica de ellas en nuestra actuación revolucionaria", señaló la nota del mando central de las FARC, publicada en su web.
Las FARC indicaron en su comunicado que estos 10 uniformados son todos los quedan en su poder. "Queremos comunicar nuestra decisión de sumar a la anunciada liberación de los seis prisioneros de guerra, la de los cuatro restantes en nuestro poder", añadió el texto.
La guerrilla pide en su comunicado a la portavoz de los rehenes, Marleny Orjuela, que “acuda a recibirlos en la fecha acordada” (sin precisar la fecha), y “agradecen" y “aceptan sin vacilación” la mediación humanitaria del Gobierno de la presidenta brasileña Dilma Rousseff para hacer efectiva la entrega de esos rehenes.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha afirmado a través de su cuenta en la red social Twitter que el anuncio de la guerrilla es un “paso importante” en la dirección correcta pero “no suficiente”. El Gobierno de Bogotá exige la liberación de todos los rehenes como precondición para entablar unas posibles conversaciones de paz.
Las FARC, fundadas en 1964 y la única guerrilla importante todavía operativa en América Latina, ha sufrido en los últimos años, sobre todo bajo el mandato del ex presidente colombiano Álvaro Uribe, durísimos golpes en su estructura de dirección, entre ellas la muerte de sus cabecillas guerrilleros, como Raúl Reyes, el número dos de la guerrilla, que murió en un bombardeo ordenado por el Gobierno de Uribe en territorio ecuatoriano y que desencadenó a su vez una seria crisis diplomática en la región. La muerte de su líder Manuel Marulanda, Tirofijo, víctima de un infarto en mayo de ese mismo año y de su sucesor, Guillermo León Sánchez, alias Alfonso Cano, acabaron por debilitar a la guerrilla colombiana, que también ha perdido a buena parte de su militancia.
| "Mucho se ha hablado acerca de las retenciones de personas, hombres o mujeres de la población civil, que con fines financieros efectuamos las FARC a objeto de sostener nuestra lucha (...) Anunciamos que a partir de la fecha proscribimos la práctica de ellas en nuestra actuación revolucionaria", señaló la nota del mando central de las FARC, publicada en su web.
Las FARC indicaron en su comunicado que estos 10 uniformados son todos los quedan en su poder. "Queremos comunicar nuestra decisión de sumar a la anunciada liberación de los seis prisioneros de guerra, la de los cuatro restantes en nuestro poder", añadió el texto.
La guerrilla pide en su comunicado a la portavoz de los rehenes, Marleny Orjuela, que “acuda a recibirlos en la fecha acordada” (sin precisar la fecha), y “agradecen" y “aceptan sin vacilación” la mediación humanitaria del Gobierno de la presidenta brasileña Dilma Rousseff para hacer efectiva la entrega de esos rehenes.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha afirmado a través de su cuenta en la red social Twitter que el anuncio de la guerrilla es un “paso importante” en la dirección correcta pero “no suficiente”. El Gobierno de Bogotá exige la liberación de todos los rehenes como precondición para entablar unas posibles conversaciones de paz.
Las FARC, fundadas en 1964 y la única guerrilla importante todavía operativa en América Latina, ha sufrido en los últimos años, sobre todo bajo el mandato del ex presidente colombiano Álvaro Uribe, durísimos golpes en su estructura de dirección, entre ellas la muerte de sus cabecillas guerrilleros, como Raúl Reyes, el número dos de la guerrilla, que murió en un bombardeo ordenado por el Gobierno de Uribe en territorio ecuatoriano y que desencadenó a su vez una seria crisis diplomática en la región. La muerte de su líder Manuel Marulanda, Tirofijo, víctima de un infarto en mayo de ese mismo año y de su sucesor, Guillermo León Sánchez, alias Alfonso Cano, acabaron por debilitar a la guerrilla colombiana, que también ha perdido a buena parte de su militancia.