El Ejército Iraquí apoyado por las tribus de la ciudad de Ramadi, en la provincia de Anbar, han retomado el control de la ciudad tras expulsar del centro de la misma a los terroristas del “Estado Islámico de Iraq y el Levante” (EIIL), vinculados a la organización Al Qaeda.

"Las fuerzas policiales y miembros de las tribus se han enfrentado a elementos armados de Al Qaeda en el centro de Ramadi y han logrado liberar completamente la ciudad y expulsar a los grupos armados", han indicado fuentes de seguridad.


Horas antes el Ejército comenzó un asalto en el norte y el sur de la ciudad para expulsar a los milicianos del EIIL. Los soldados habían pedido la ayuda de las tribus locales para negociar una salida pacífica al asedio, como última opción antes de una incursión militar.

El EIIL, que ha reivindicado la autoría de numerosos atentados contra las fuerzas de seguridad en los últimos meses, se hizo la semana pasada con el control de Ramadi y Faluya, donde aún permanecen.

El gobierno prepara una gran ofensiva

En Faluya, el Gobierno iraquí parece dispuesto a ejecutar una gran ofensiva contra los milicianos ligados a Al Qaeda para recobrar el control absoluto de ésta ciudad que se encuentra a apenas 70 kilómetros de la capital.

El Ejército iraquí ha asegurado que está desplazando a Faluya armas avanzadas que Estados Unidos suministró a Iraq el pasado mes a petición de Al Maliki, que ha intentado trazar alianzas con las tribus locales.


El primer ministro de Iraq, Nuri al Maliki, pidió a los habitantes y las tribus de Faluya que expulsen a los "terroristas" que controlan esa ciudad para evitar enfrentamientos.

Maliki ordenó a las fuerzas de seguridad que "no bombardeen las zonas residenciales en Faluya", según la televisión iraquí.