Internacional
El mejor año de la economía boliviana
El índice de pobreza descendió de 68,2 a 22 por ciento en 7 años
Joaquín R. Hernández – Especial Alahednews
Al inicio de un nuevo año se suelen destacar los resultados económicos de regiones y países.
Son números que a veces pasan inadvertidos o, simplemente, no significan nada para las poblaciones que siguen viviendo tan mal como el año anterior.
No ha sido así este año para Bolivia.
Éste, que fue uno de los países más pobres de América del Sur, acaba de anunciar que había logrado el más alto crecimiento de su economía --6,62 por ciento-- en casi 30 años. Y la noticia fue motivo de regocijo para todos: la orientación social de las políticas del gobierno de Evo Morales garantiza que la riqueza creada beneficie a las capas más necesitadas de la población.
En los últimos días del año Bolivia lanzó su primer satélite espacial. Y poco después Morales anunció el inminente desarrollo de un programa nuclear pacífico.
Es el resultado de una historia compleja.
La presencia de un indio al frente de Bolivia, y la declaración posterior de ese país como un estado plurinacional, que devolvió la igualdad y la dignidad a las poblaciones originarias, fue la cima de la reivindicación de estos pueblos. Pero también exacerbó el racismo de las clases oligárquicas.
La vieja clase burguesa no apostó ni un centavo al éxito económico del gobierno del indígena aymara ni a su proyecto, y pronto auspició planes para sabotear su ejecutoria.
Con la lucidez de sus ancestros, Evo Morales aceptó el reto y echó a andar planes de reforma en beneficio de las clases populares, indígenas y no indígenas.
El punto de partida anunciaba un camino difícil. Bolivia era un país donde la pobreza afectaba a grandes masas de la población, donde la población indígena era preterida, y la clase oligárquica, poco numerosa, disfrutaba de las riquezas obtenidas por el país.
En el terreno social, el gobierno de Evo comenzó por abrir las puertas de la instrucción a todos los analfabetos. Con la ayuda cubano venezolana, Bolivia pudo declararse país libre de analfabetismo: era la puerta abierta para alcanzar niveles superiores de cultura. Es decir, de real libertad.
Así, el país que en 2005 presentaba una pobreza extrema del 68,2 por ciento, hizo descender este índice siete años después al 22 por ciento, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD.
El periodista Hedelberto López Blanch expuso en su artículo Bolivia y la bonanza económica datos significativos:
“El Producto Interior Bruto (PIB) alcanza en estos momentos los 26 000 millones de dólares, casi el triple de los 9 500 millones de 2005, un año antes de la llegada de Morales al poder.
“Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) ese adelanto ha posibilitado que del número 117 en el listado del PIB, ahora Bolivia se sitúe en entre los 76 y 80, aproximadamente.”
La jefa de una misión enviada por el FMI a La Paz, la argentina Ana Corbacho, no dudó en afirmar que en los "últimos años, Bolivia ha tenido un desempeño económico muy positivo”, con una mejor distribución del ingreso.
"En el 2013 Bolivia continuó con un fuerte dinamismo en su economía. Esperamos que en lo que respecta al crecimiento económico se alcance una tasa de un 6,7 %, que es una de las tasas más altas que hemos visto en las últimas décadas", destacó Corbacho.
Un gran país con abundantes recursos naturales
Bolivia figura entre los treinta países más extensos del mundo, con más de un millón de kilómetros cuadrados, y una población relativamente reducida, de 10 millones de habitantes. Su economía descansa en sus recursos naturales, generalmente asociados a la minería, así como a la producción de gas.
En la época colonial fue una de las grandes reservas de oro y plata de España. Luego, en el siglo XX, su economía comenzó a depender en exceso de sus grandes yacimientos de estaño. Un giro negativo en sus precios, en los años 80 del pasado siglo, llevó a la quiebra a la economía boliviana.
Por supuesto que fueron los indígenas y los otros integrantes de las capas populares de la población –incluida una aguerrida clase obrera vinculada a la minería-- los que debieron aguantar este golpe.
Tras un negro período neoliberal, se produjo el ascenso del gobierno de Evo Morales al poder. Las cifras establecen nuevamente las comparaciones entre la vieja y la nueva Bolivia, en un lapso muy corto:
-- El PIB actual de Bolivia, que alcanza hoy los 26 mil millones de dólares, representa el triple del correspondiente al 2005, cuando fue de 9 mil 500 dólares.
-- El crecimiento promedio de más de un 6 por ciento anual, compara positivamente con el 3 por ciento de la época neoliberal.
-- Si la inversión pública, importante para el desarrollo y para la generación de empleo, fue de 600 millones en el 2005, será de 6 mil millones este año; si las reservas monetarias netas eran de menos de 3 mil millones en el 2006, ahora alcanzan los 13 mil 200 millones de dólares.
La prosperidad económica, sumada a una obra de beneficio social variada y amplia, hace hoy del proceso boliviano un ejemplo a estudiar de un gobierno que logra armonizar el desarrollo económico con el pleno bienestar de todo su pueblo.
| Joaquín R. Hernández – Especial Alahednews
Al inicio de un nuevo año se suelen destacar los resultados económicos de regiones y países.
Son números que a veces pasan inadvertidos o, simplemente, no significan nada para las poblaciones que siguen viviendo tan mal como el año anterior.
No ha sido así este año para Bolivia.
Éste, que fue uno de los países más pobres de América del Sur, acaba de anunciar que había logrado el más alto crecimiento de su economía --6,62 por ciento-- en casi 30 años. Y la noticia fue motivo de regocijo para todos: la orientación social de las políticas del gobierno de Evo Morales garantiza que la riqueza creada beneficie a las capas más necesitadas de la población.
En los últimos días del año Bolivia lanzó su primer satélite espacial. Y poco después Morales anunció el inminente desarrollo de un programa nuclear pacífico.
Es el resultado de una historia compleja.
La presencia de un indio al frente de Bolivia, y la declaración posterior de ese país como un estado plurinacional, que devolvió la igualdad y la dignidad a las poblaciones originarias, fue la cima de la reivindicación de estos pueblos. Pero también exacerbó el racismo de las clases oligárquicas.
La vieja clase burguesa no apostó ni un centavo al éxito económico del gobierno del indígena aymara ni a su proyecto, y pronto auspició planes para sabotear su ejecutoria.
Con la lucidez de sus ancestros, Evo Morales aceptó el reto y echó a andar planes de reforma en beneficio de las clases populares, indígenas y no indígenas.
El punto de partida anunciaba un camino difícil. Bolivia era un país donde la pobreza afectaba a grandes masas de la población, donde la población indígena era preterida, y la clase oligárquica, poco numerosa, disfrutaba de las riquezas obtenidas por el país.
En el terreno social, el gobierno de Evo comenzó por abrir las puertas de la instrucción a todos los analfabetos. Con la ayuda cubano venezolana, Bolivia pudo declararse país libre de analfabetismo: era la puerta abierta para alcanzar niveles superiores de cultura. Es decir, de real libertad.
Así, el país que en 2005 presentaba una pobreza extrema del 68,2 por ciento, hizo descender este índice siete años después al 22 por ciento, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD.
El periodista Hedelberto López Blanch expuso en su artículo Bolivia y la bonanza económica datos significativos:
“El Producto Interior Bruto (PIB) alcanza en estos momentos los 26 000 millones de dólares, casi el triple de los 9 500 millones de 2005, un año antes de la llegada de Morales al poder.
“Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) ese adelanto ha posibilitado que del número 117 en el listado del PIB, ahora Bolivia se sitúe en entre los 76 y 80, aproximadamente.”
La jefa de una misión enviada por el FMI a La Paz, la argentina Ana Corbacho, no dudó en afirmar que en los "últimos años, Bolivia ha tenido un desempeño económico muy positivo”, con una mejor distribución del ingreso.
"En el 2013 Bolivia continuó con un fuerte dinamismo en su economía. Esperamos que en lo que respecta al crecimiento económico se alcance una tasa de un 6,7 %, que es una de las tasas más altas que hemos visto en las últimas décadas", destacó Corbacho.
Un gran país con abundantes recursos naturales
Bolivia figura entre los treinta países más extensos del mundo, con más de un millón de kilómetros cuadrados, y una población relativamente reducida, de 10 millones de habitantes. Su economía descansa en sus recursos naturales, generalmente asociados a la minería, así como a la producción de gas.
En la época colonial fue una de las grandes reservas de oro y plata de España. Luego, en el siglo XX, su economía comenzó a depender en exceso de sus grandes yacimientos de estaño. Un giro negativo en sus precios, en los años 80 del pasado siglo, llevó a la quiebra a la economía boliviana.
Por supuesto que fueron los indígenas y los otros integrantes de las capas populares de la población –incluida una aguerrida clase obrera vinculada a la minería-- los que debieron aguantar este golpe.
Tras un negro período neoliberal, se produjo el ascenso del gobierno de Evo Morales al poder. Las cifras establecen nuevamente las comparaciones entre la vieja y la nueva Bolivia, en un lapso muy corto:
-- El PIB actual de Bolivia, que alcanza hoy los 26 mil millones de dólares, representa el triple del correspondiente al 2005, cuando fue de 9 mil 500 dólares.
-- El crecimiento promedio de más de un 6 por ciento anual, compara positivamente con el 3 por ciento de la época neoliberal.
-- Si la inversión pública, importante para el desarrollo y para la generación de empleo, fue de 600 millones en el 2005, será de 6 mil millones este año; si las reservas monetarias netas eran de menos de 3 mil millones en el 2006, ahora alcanzan los 13 mil 200 millones de dólares.
La prosperidad económica, sumada a una obra de beneficio social variada y amplia, hace hoy del proceso boliviano un ejemplo a estudiar de un gobierno que logra armonizar el desarrollo económico con el pleno bienestar de todo su pueblo.