Internacional
Papa llama a paz en Siria y fin de conflictos y violencia en el orbe
Jefe de la Iglesia Católica: La paz es un compromiso cotidiano
El papa Francisco abogó ayer por la paz en Siria y el fin de la violencia y los conflictos en varios confines del planeta, denunció la trata de personas y pidió protección para los afectados por desastres naturales.
"Sigamos rezando al Señor para que el amado pueblo sirio se vea libre de más sufrimientos y las partes en conflicto pongan fin a la violencia y garanticen el acceso a la ayuda humanitaria", declaró el Sumo Pontífice desde la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
Ante unos 70 mil fieles y asomado en el balcón de la Ligia Central de la Basílica, el Obispo de Roma también se refirió al diferendo en la República Centroafricana, para la que solicitó igualmente la paz.
Ese país africano esta atormentado por una espiral de violencia y de miseria, donde muchas personas carecen de techo, agua y alimento, sin lo mínimo indispensable para vivir, subrayó.
"Que se afiance la concordia en Sudán del Sur, donde las tensiones actuales ya provocaron víctimas y amenazan la pacífica convivencia de este joven Estado", surgido en julio de 2011, indicó el argentino Jorge Mario Bergoglio.
Además, el Santo Padre pidió a Dios que vele por Nigeria, lacerada por continuas violencias que no respetan ni a los inocentes e indefensos, apuntó.
La paz, explicó el jefe de la Iglesia católica, no es un equilibrio de fuerzas opuestas. No es pura fachada, que esconde luchas y divisiones. La paz es un compromiso cotidiano, consideró.
Francisco también dedicó parte de su bendición de Urbi et Orbi a la suerte de los inmigrantes y denunció la trata de personas, a la cual calificó de crimen contra la humanidad.
El Sumo Pontífice, quien entre sus primeras salidas fuera del Vaticano estuvo una visita al centro de atención de foráneos de la sureña isla italiana de Lampedusa, rogó para que los inmigrantes, que buscan una vida digna, encuentren acogida y ayuda.
Al menos 366 personas perecieron en octubre pasado, al naufragar una nave con más de 500 inmigrantes, cerca de Lampedusa, cuyo centro de acogida está en el ojo de un escándalo, tras difundirse un vídeo sobre los maltratos de los indocumentados en ese lugar.
| El papa Francisco abogó ayer por la paz en Siria y el fin de la violencia y los conflictos en varios confines del planeta, denunció la trata de personas y pidió protección para los afectados por desastres naturales.
"Sigamos rezando al Señor para que el amado pueblo sirio se vea libre de más sufrimientos y las partes en conflicto pongan fin a la violencia y garanticen el acceso a la ayuda humanitaria", declaró el Sumo Pontífice desde la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
Ante unos 70 mil fieles y asomado en el balcón de la Ligia Central de la Basílica, el Obispo de Roma también se refirió al diferendo en la República Centroafricana, para la que solicitó igualmente la paz.
Ese país africano esta atormentado por una espiral de violencia y de miseria, donde muchas personas carecen de techo, agua y alimento, sin lo mínimo indispensable para vivir, subrayó.
"Que se afiance la concordia en Sudán del Sur, donde las tensiones actuales ya provocaron víctimas y amenazan la pacífica convivencia de este joven Estado", surgido en julio de 2011, indicó el argentino Jorge Mario Bergoglio.
Además, el Santo Padre pidió a Dios que vele por Nigeria, lacerada por continuas violencias que no respetan ni a los inocentes e indefensos, apuntó.
La paz, explicó el jefe de la Iglesia católica, no es un equilibrio de fuerzas opuestas. No es pura fachada, que esconde luchas y divisiones. La paz es un compromiso cotidiano, consideró.
Francisco también dedicó parte de su bendición de Urbi et Orbi a la suerte de los inmigrantes y denunció la trata de personas, a la cual calificó de crimen contra la humanidad.
El Sumo Pontífice, quien entre sus primeras salidas fuera del Vaticano estuvo una visita al centro de atención de foráneos de la sureña isla italiana de Lampedusa, rogó para que los inmigrantes, que buscan una vida digna, encuentren acogida y ayuda.
Al menos 366 personas perecieron en octubre pasado, al naufragar una nave con más de 500 inmigrantes, cerca de Lampedusa, cuyo centro de acogida está en el ojo de un escándalo, tras difundirse un vídeo sobre los maltratos de los indocumentados en ese lugar.