El comentario fue duramente criticado por la oposición francesa


El presidente francés, François Hollande, se disculpó el domingo por una broma que había hecho sobre la falta de seguridad en Argelia.

Los argelinos se llenaron de ira al escuchar el pasado lunes cuando Hollande, en un discurso, dijo que su ministro del Interior, Manuel Valls, acababa de regresar de Argelia "sano y salvo" lo que aseguró "ya es mucho".

El comentario que recibió el aplauso de la audiencia, los miembros del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF), cayó muy mal entre los argelinos, incluidos los residentes en Francia, y fue duramente criticado por la oposición francesa.

El sábado, el canciller argelino, Ramtane Lamamra, criticó el comentario de Hollande pues dijo no refleja la situación de la seguridad en su país y exigió una reacción adecuada por parte de Francia para “poder pasar página y olvidar este lamentable incidente de fin de año”.

Como respuesta a la indignación general y para calmar el ambiente entre los dos países, la oficina presidencial gala, en un comunicado, lamenta la “interpretación que se ha hecho de las palabras" pronunciadas por Hollande y transmitió las disculpas del presidente "directamente" a su homólogo argelino, Abdulaziz Buteflika.

Francia y Argelia tienen estrechos vínculos, pero también una historia turbulenta, después de que Argelia se separó de la dominación francesa en una guerra entre 1954-1962 que dejó unos 1,5 millones de argelinos muertos.

Las relaciones entre estos dos países siguen pero cargadas de malentendidos todavía 51 años después de que la excolonia francesa obtuviera su independencia.

Millones de descendientes de inmigrantes argelinos viven en Francia.