Internacional
La última tentación: Derrocar al régimen sirio
Casi un año ha pasado desde que la “rebelión” estallara en “Deraa” cerca de la frontera con Jordania, durante el cual han transcurrido muchos acontecimientos, incluidos atentados con coches bomba, matanzas de civiles, y asesinatos por parte de “grupos armados” que insistían en denominar su sublevación de “pacifica”.
Un año entero ha transcurrido, durante el cual, el régimen sirio y en especial su presidente Bashar El-Assad, ha sido objeto de calumnias, acusaciones, y duros ataques. Se han empleado todos los métodos posibles a fin de apartar al presidente sirio, Bashar Assad, del poder en su país.
Uno de los métodos utilizados desde el principio, fue la distorsión de la información, para tal fin se puso en marcha una amplia cadena mediática, que únicamente tenía el propósito de “convencer” a la opinión mundial, de la crueldad del régimen sirio y la “pacificación” de la sublevación.
La mayoría de los Estados “libres” apoyaban incondicionalmente a la oposición siria, ejerciendo todo tipo de presiones al régimen, amenazando de vez en cuando, y ofreciendo salidas políticas basadas en que el presidente sirio abandone el poder definitivamente.
Cabe destacar que durante ese año, también ha habido manifestaciones masivas dentro de Siria en apoyo al Presidente, y a la reforma ya iniciada en Siria, también conviene recordar que el ejército sirio sigue siendo fiel al sistema gubernamental actual, excepto algunos casos individuales de desertores.
Hoy, mientras el mundo “libre” debate en Túnez como respaldar los rebeldes en su lucha contra el régimen sirio, el “Consejo Nacional Sirio” ha difundido un comunicado reclamando que le proporcionen armas, “Si el régimen no acepta la iniciativa de la Liga Árabe [que prevé el abandono del poder por parte del Assad y el inicio de una transición democrática] y no pone fin a la violencia contra los ciudadanos, los países Amigos de Siria no deberían impedir que países a título individual ayuden a la oposición siria mediante asesores militares, con entrenamiento y con provisión de armas para que puedan defenderse".
Fuentes diplomáticas citadas por la cadena CNN aseguran que varios países árabes están ya suministrando armamento a los opositores al régimen. De otra parte, Hilary Clinton, secretaria de Estado de Estados Unidos, ya anticipaba que los grupos de oposición "hallarán fuentes" para armarse. "Habrá fuerzas opositoras cada vez con más capacidad", dijo Clinton. "De algún sitio, de alguna manera", continuó, "encontrarán los medios para defenderse y también para iniciar acciones ofensivas. Está claro que va llegar un punto crítico. Espero que sea más pronto que tarde, para que se puedan salvar más vidas, pero no tengo absolutamente ninguna duda de que se va a dar ese momento crítico".
En Libia ya se siguió un patrón similar. Los rebeldes fueron armados clandestinamente, sobre todo por Qatar, y la misión de protección a los civiles que estableció Naciones Unidas derivó en una campaña militar que acabó por derrocar al dictador Moammar el Gadafi. Ahmet Davutoglu, ministro de Exteriores de Turquía, país clave en este conflicto, ha comentado recientemente que más allá de la ayuda humanitaria y de las soluciones diplomáticas, se debe pensar "también en otras contingencias".
Todo esto demuestra que la decisión ha sido tomada, por lo menos hace un año, de derrocar el régimen sirio “como sea”, cambian los argumentos, pero la pretensión es la misma, terminar con el único régimen resistente y protector de los movimientos que luchan contra el enemigo israelí.
Todos los actos folklóricos, las manifestaciones, y la actitud de la Liga Árabe en conjunto con Estados Unidos y la ONU, llevan a un sólo fin: Intervención militar en Siria.