El autodenominado “Ejército Libre Sirio” comenzó como un simple grupo de combatientes que luchan por derrocar al régimen de Bashar al-Assad para convertirse en la actualidad en un grupo de bandidos que buscan aumentar sus riquezas mediante sobornos y extorsiones, según publica el “The Sunday Telegraph”.


El rotativo británico explica que “el ejército libre sirio, una colección de grupos rebeldes islámicos moderados, fue en su tiempo el foco de las esperanzas de Occidente para derrocar al presidente Bashar al-Assad. Sin embargo, en el norte de Siria, la FSA se ha convertido en una empresa de criminales preocupados por las ganancias mediante la corrupción, el secuestro y el robo, en vez de la lucha contra el régimen, de acuerdo a una serie de entrevistas realizadas por The Sunday Telegraph”.

El comandante de la brigada Omar al-Mujtar, moderada en la zona de Yebel az- Zawiya , en el suroeste de la ciudad de Idlib, Ahmed al-Kontari, manifestó a “The Sunday Telegraph” que “Hay muchos líderes en la revolución que no quieren que cayera el régimen, ya que la situación actual les conviene más”, y que “se han convertido en príncipes de la guerra, gastan millones de dólares, viven en palacios y tienen coches de lujo”.


Según el periódico, “al principio de la guerra en Siria, en los cafés en Antakya , la ciudad turca en la frontera con Siria, las charlas se centraban sobre la revolución. Los comandantes rebeldes se veían a menudo estudiando detenidamente los planos y discutían los objetivos del próximo gobierno. Pero casi tres años después de la lucha se han olvidado que el objetivo era derrocar a Bashar al-Assad. Ahora la discusión rodea sobre sus temores del creciente poder de Al-Qaeda en Siria, el Estado Islámico de Iraq y el Levante, y la criminalidad y la corrupción que atenazan las zonas controladas por los rebeldes”.

El norte de Siria está dividido en una serie de feudos dirigidos por los rivales señores de la guerra.