Otro viernes de protestas en Egipto, tres personas han perdido la vida, entre ellos un menor de diez años, en los ya habituales enfrentamientos entre simpatizantes y detractores del derrocado presidente Mohamed Mursi.

Otras quince personas han sufrido heridas por los choques que se extendieron prácticamente a todo el país convirtiéndolo en un estado dividido.


Choques en varios puntos

El niño fallecido (en Suez) por el impacto de un “perdigón” en la cabeza paseaba con su madre en el lugar cuando estallaban los choques y fue alcanzado por un disparo de una escopeta de perdigones, los médicos señalaron que el menor falleció en el acto.

Un joven de 21 años murió en El Cairo y otro falleció en la provincia de Minya (Sur), consecuencia de los brutales choques.

En El Cairo, la policía arrojó gases lacrimógenos para impedir que la multitud asaltara la embajada de Emiratos Árabes Unidos, según fuentes oficiales. De otra parte, los partidarios de Mursi lanzaron cócteles molotov contra un tranvía que provocó un incendio.


Nueva ley antiterrorista

Las autoridades, volcadas en su "guerra contra el terrorismo", han empezado a aplicar algunas de las medidas incluidas en una nueva ley antiterrorista. El Consejo de ministros ha autorizado a la policía a acceder a los recintos universitarios sin necesidad de permiso previo de los centros ni la fiscalía.

El miércoles un estudiante de Medicina perdió la vida por heridas de bala después de que estallaran violentos choques entre el alumnado y las fuerzas del orden en la Universidad de al-Azhar.