Fue el más reciente exceso atribuido al grupo radical Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL). Aunque las acusaciones de ataques del EIIL contra civiles y luchas intestinas con rebeldes de tendencia más moderada son usuales, en esta ocasión parece haber matado a un miembro de otro grupo de línea dura, Ahrar al-Sham. Aunque dicha organización no es tan radical como el EIIL, de todas formas se considera que está entre las organizaciones ortodoxas que luchan por derrocar al presidente Bashar Assad.


Se desconoce si el incidente provocará un distanciamiento entre ambos grupos, que en el pasado han cooperado entre sí. Un cibersitio extremista reportó que el EIIL reconoció lo ocurrido y pidió calma, al tiempo que señaló que en las guerras suelen ocurrir errores.

El incidente ocurrió en la ciudad norteña de Alepo, donde dos combatientes fueron videograbados el miércoles mientras mostraban la cabeza decapitada ante una multitud. Los hombres decían que pertenecía a un combatiente chií de Iraq aliado al gobierno de Assad, pero posteriormente los residentes reconocieron que era de un comandante rebelde.

Los milicianos del EIIL hallaron al insurgente herido en un hospital después de un enfrentamiento con fuerzas gubernamentales el miércoles, dijeron activistas. Mientras se recuperaba de la anestesia, mencionó nombres de santos reconocidos por los chiíes, una rama del islam de la que la mayoría de sus integrantes han apoyado a Assad, señaló uno de los activistas.


El incidente deja entrever el cariz sectario de la guerra en Siria y el caos que prevalece entre los grupos insurgentes que combaten a las fuerzas de Assad en sus esfuerzos por derrocar al gobierno.

“Los doctores sabían que él no era un chií, pero estaban demasiado asustados como para detenerlos”, dijo uno de los activistas.

Al día siguiente, dos jóvenes rebeldes del EIIL fueron videograbados luciendo la cabeza de un hombre en señal de triunfo.

“Este es un chií iraquí que combate en favor del ejército de Bashar (Assad)”, gritó uno de los hombres mientras sostenía la cabeza en una mano y un cuchillo en la otra.

Pero posteriormente los residentes reconocieron que la cabeza pertenecía a Mohamed Marruche, conocido por su alias Abu Abdalá al- Halaby, líder de Ahrar al-Sham, señaló un activista.


Los activistas con sede en Alepo solicitaron permanecer anónimos por temor a represalias del EIIL. Un activista dijo que habló con trabajadores médicos del hospital para confirmar la información, y éstos confirmaron la autenticidad del video.

La versión fue proporcionada a Prensa Latina por dos activistas de Alepo y Rami Abdurrahman, del Observatorio Sirio por los Derechos Humanos.

Partidarios de Ahrar al-Sham, furiosos, difundieron un video en el que insultan a los combatientes del EIIL e hicieron notar que Marruche traía el cabello largo y barba larga, ambos rasgos típicos de los suníes conservadores. Otros difundieron otro video en el que Marruche exhorta a su grupo y al EIIL a que trabajen juntos.