Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua demandaron en el Consejo de Seguridad el fin de las agresiones de “Israel” y la incorporación de Palestina a las Naciones Unidas como un miembro pleno.

En una sesión del Consejo dedicada a analizar la situación en el Oriente Medio, los países latinoamericanos criticaron la continuidad de la construcción de asentamientos ilegales en territorio palestino, el levantamiento de un muro, el bloqueo a la Franja de Gaza y el ataque a mezquitas en Jerusalén Este.


También condenaron a través de sus representantes las sistemáticas violaciones de los derechos humanos en las zonas ocupadas, los maltratos a los prisioneros palestinos y el excesivo uso de la fuerza contra civiles en redadas y arrestos.

Los Diplomáticos consideraron alentador el comienzo, el pasado 29 de julio, de nuevas negociaciones de paz, aunque llamaron la atención sobre la falta de voluntad de Tel Aviv para avanzar en las pláticas.

Para la representante permanente nicaragüense en la ONU, María Rubiales, “Israel” con su conducta, además de mostrar poco compromiso con el proceso en curso, evidencia que sólo trata de ganar tiempo de cara a su propósito de alterar la composición demográfica y religiosa de los territorios ocupados.


Por su parte, Ecuador calificó de mácula del pasado la agresividad de “Israel” y su control militar sobre otro pueblo.

Cuba advirtió que la conducta israelí constituye el principal problema político en el Oriente Medio, y la causa fundamental para la inestabilidad e inseguridad en esa región.

La Paz denunció además los sistemáticos maltratos a prisioneros y detenidos palestinos, incluidos niños.


Los cuatro países latinoamericanos insistieron en la necesidad del reconocimiento de Palestina como un Estado con plenos derechos en las Naciones Unidas, con Jerusalén Este como su capital y las fronteras anteriores a la también ocupación israelí en 1967 de Cisjordania y la Franja de Gaza.