La organización Bahrain Watch ha denunciado, a través de su perfil oficial en Twitter, que el gobierno del pequeño emirato del Golfo está a punto de recibir un encargo de compra de 1,6 millones de botes de gases lacrimógenos, que estarán disponibles para la “represión de las manifestaciones contra el régimen” que se suceden desde febrero de 2011.


La organización denuncia que esos artefactos han causado casi la mitad de los muertos en la represión de las manifestaciones de protesta.

La organización asegura contar con una copia del documento oficial de compra a una empresa de Corea del Norte. El contrato incluye, además, 90.000 granadas de gases lacrimógenos y la formación de la policía bahreiní en su uso. La Ong recuerda que, de los 80 muertos producidos en estos dos últimos años durante las protestas políticas, 39 corresponden a manifestantes que murieron por intoxicación o por el impacto de los botes de gases.


Según Bahrain Watch, una vez que se haga efectiva la compra “habrá más botes de gases lacrimógenos en el país que personas”. Bahréin cuenta con una población aproximada de 1,3 millones de habitantes.

Las protestas intermitentes, surgidas por el descontento popular, exigen una mayor presencia en el gobierno de los grupos de oposición y reclaman reformas políticas y sociales.

Las protestas iniciadas a principios de 2011 provocaron la intervención armada del ejército de Arabia Saudí que acudió a la isla para ayudar la monarquía absoluta de Bahréin en la represión de su propio pueblo.


Tanto la represión policial como el muro de silencio levantado en torno a Bahréin por los medios de comunicación árabes e internacionales, han sido determinante en alargar la tragedia de la población bahreiní que insiste en emplear métodos pacíficos en sus protestas pese a todos los sufrimientos y las injusticias que padece.