Abu Anas al Libi, el supuesto líder de Al Qaeda capturado el 5 de octubre en Libia, negó en Estados Unidos las acusaciones sobre su participación en actos terroristas contra dos sedes diplomáticas de Washington en África.

El ciudadano libio, cuyo verdadero nombre es Nazih al-Ragye, compareció este martes ante un tribunal federal de Nueva York, donde permanece preso desde que fue trasladado al país norteño durante el fin de semana anterior.


Las autoridades de Washington lo culpan de planificar los atentados con bombas contra las embajadas estadounidenses en Kenya y Tanzania en agosto de 1998, cuando murieron 230 civiles.

Desde 2000 al-Libi figuraba en la lista de los fugitivos más buscados por Estados Unidos, después que el Buró Federal de Investigaciones ofreció una recompensa de hasta cinco millones de dólares a cambio de información sobre su ubicación.

El presunto terrorista fue capturado en Trípoli por un comando élite del Ejército estadounidense y luego trasladado a un barco de la Marina anclado en el mar Mediterráneo para ser interrogado.

Libia pidió explicaciones a la Casa Blanca tras la detención de ese ciudadano por considerarla una violación de la soberanía nacional, pero no ha recibido respuesta.