El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expulsó en la tarde del lunes a tres funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en Caracas. Los empleados públicos, Kelly Kenterline, Elizabeth Hoffman y David Mutt, tienen 48 horas para abandonar el país. Kenterline era la encargada de Negocios, la diplomática de más alto rango en el país, donde Washington no tiene embajador.

Según el mandatario venezolano, los tres diplomáticos norteamericanos, se reunían con miembros de la oposición para financiarlos y alentarlos a sabotear la economía del país.


"Le he dicho al canciller Elías Jaua que proceda de inmediato a expulsarlos del país", señaló el presidente de Venezuela, quien dijo además que no le importa "las acciones que tome el gobierno de Barack Obama. No vamos a permitir que venga un gobierno imperial a traer dinero y a ver como paran las empresas básicas, a ver cómo le quitan la electricidad para apagar toda Venezuela".

“No le tenemos miedo a lo que vaya a hacer el gobierno de Barack Obama”, desafió a Washington.

"Estos funcionarios se dedican a reunirse con la extrema derecha venezolana, a financiarlos y alentarlos a acciones para sabotear el sistema eléctrico, para sabotear la economía venezolana", dijo Maduro en un acto militarlos.

Durante la intervención en la que Maduro pidió a su canciller, Elías Jaua, tramitar la expulsión de los funcionarios estadounidenses, anunció también la creación de un nuevo Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria encargada de, según dijo, “conocer y derrotar a tiempo los planes que se hagan contra nuestro país”.