Internacional
Sabra y Chatila, la masacre inolvidable
Triste aniversario de la tragedia más horrenda de la historia contemporánea
Sabra y Chatila eran dos campos de las Naciones Unidas para albergue de los exiliados palestinos, en los arrabales de la ciudad de Beirut, capital de la República de Líbano.
Masacre sionista
Entre los días 16 y 18 de septiembre de 1982, los campamentos fueron invadidos por bandas criminales que, con amplio respaldo logístico de las tropas sionistas procedieron a masacrar a la inerme población civil. Esa población civil era en su mayoría ancianos, mujeres y niños. En su furia homicida los criminales torturaron, violaron y mataron entre 3.500 y 5.000 civiles palestinos y libaneses, entre mujeres, niños y enfermos, incluso embarazadas, y ancianos que fueron vejados de las peores maneras y algunos apuñalados, pasados por las bayonetas y destrozados antes o después de ser asesinados. Muchos de ellos, decapitados, mutilados o desfigurados. Luego los asesinos procedieron a derrumbar viviendas para sepultar a las víctimas entre los escombros.
Las tropas del ejército invasor israelí que en ese momento ocupaban Beirut y eran comandadas por Ariel Sharon como ministro de Guerra, permitieron la entrada a los campamentos de 300 elementos de las milicias derechistas, Fuerzas Libanesas, al mando de Elie Hobeika, que irrumpieron en los campamentos desatando el horror conocido como la Masacre de Sabra y Chatila. La operación comenzó mientras el ejército israelí, que cercó ambos campamentos, impedía la entrada y salida de ellos y lanzaba proyectiles de iluminación nocturna para facilitar la tarea de las milicias. Los soldados sionistas ofrecieron ayuda a las milicias durante la matanza.
La Comisión Kahan
En febrero de 1983, la Comisión Investigadora israelí encargada de indagar la realidad de los hechos ocurridos en Sabra y Chatila, “una entidad independiente” integrada por tres miembros y conocida como la Comisión Kahan, incluyó en los resultados de su investigación el nombre del entonces ministro, Ariel Sharon, como una de las personas que “asumen responsabilidad personal” en los hechos ocurridos.
La investigación culpaba a las Fuerzas Libanesas como único responsable de la matanza y con lo que se descartaba la participación directa de “Israel”. También se señaló la participación de otros grupos como las fuerzas de Saad Hadad, entonces Jefe del Ejército Libanés en el Sur, creado por “Israel”.
Silencio e impunidad
Hasta el día de hoy, nadie ha sido juzgado ni sentenciado por dicho genocidio. El por el entonces Primer Ministro de “Israel” y Nobel de la Paz, Menahem Beguín, declaró que “en Chatila no judíos mataron a no judíos ¿qué tenemos que ver nosotros con eso?”, dejando en claro el manto de silencio e impunidad que “Israel”, como muchos países de occidente, echaron sobre las masacres.
Hoy se cumplen 31 años desde que, en aquel 16 de septiembre, se cometió la matanza más horrible y cruel de la historia. Pero la memoria de los hechos de Sabra y Chatila sigue viva en la conciencia de los pueblos libres que no cesan en su búsqueda de justicia.
Los pueblos que luchan por su liberación y por otro mundo mejor, no olvidarán a los mártires de Sabra y Chatila.