Opinión
Putin a Netanyahu: Hezbolá les ha derrotado
Lavrov: Moscú no se domina desde Tel Aviv
Supongamos por un momento que el Consejo de Seguridad se reuniera hoy mismo o mañana, y decidiera pronunciar una condena a Hezbolá por su supuesta participación en la histórica batalla de Quseir, si esto ocurriera veríamos al representante de Rusia levantarse y mostrar la tarjeta roja. Como mínimo pronunciaría las palabras ya dichas por el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, “la presencia de combatientes de Hezbolá en Siria, viene en el marco de proteger los lugares santos de los chiíes en ese país”, sin siquiera tener la molestia de averiguar si en aquella ciudad estratégica haya lugares santos para los chiíes.
Con cada día que pase, desde el inicio de la crisis siria, se tiene más certeza de la firmeza de la postura rusa respecto a los acontecimientos sirios. La batalla librada en territorio sirio ya no es sólo asunto de los sirios o los árabes, sino ha adquirido un carácter global, y en conclusión, para Rusia “se acabaron los tiempos del unipolar”.
De acuerdo a un informe diplomático, cuando la aviación israelí efectuó un ataque en las afueras de Damasco, el presidente sirio, Bashar al-Assad, dio órdenes a las unidades de misiles de largo alcance en las filas del ejército sirio para que estuvieran preparados a atacar objetivos específicos en los territorios palestinos ocupados, y pidió al viceministro de Relaciones Exteriores, Faisal Mekdad, informar al Ministerio de Relaciones Exteriores ruso del contenido de la decisión, no obstante, el presidente ruso, Vladimir Putin, habló por teléfono con su homólogo sirio durante veinte minutos, ambos mandatarios acordaron al final que los objetivos de cualquier respuesta "los podremos lograr sin hacerlo (militarmente), lo que queremos lo alcanzaremos por medios diplomáticos.
Poco tiempo transcurrió hasta que las filtraciones rusas hablaban de que “Moscú suministrará a Siria sistema de misiles S-300.
El informe añade: “Unos días después de estas filtraciones, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llegó a Moscú, de forma precipitada, pero no fue capaz de convencer a los dirigentes rusos de abandonar la idea y de anular el acuerdo “de la entrega de misiles” con Siria, para descubrir más tarde que la reunión entre Putin y Netanyahu fue “tormentosa”, con la evidencia de que el primero se dirigió al segundo diciendo: “Esta vez hemos convencido a (Bashar) Al-Assad de no responder, pero ante cualquier nueva aventura habrá una respuesta que podría ser la chispa que provocara una guerra regional. “Israel” debe tener más modestia. Hezbolá les ha vencido en Líbano (en julio de 2006), y cualquier otro ataque contra Siria será respondido de forma diferente”.
Según el mismo informe, tras el fracaso de Netanyahu para persuadir a Moscú de no suministrar misiles a Siria, de repente llegó a Tel Aviv el jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Brenner, y se reunió con Netanyahu y el presidente del Mossad israelí, Tamir Pardo, y el ministro de Guerra, Moshe Yaalon, y exigió que Tel Aviv se abstenga de las operaciones militares en solitario contra Siria sin previa coordinación con Washington.
El informe añade: Asimismo, el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, fue enviado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para reunirse con Putin en Moscú, y era bastante notable la crítica de los rusos a Netanyahu, que según dijeron, estaba tratando de utilizar con Putin el mismo método que utilizó con Obama durante su campaña para la segunda legislatura del estado, cuando visitó los Estados Unidos y criticó al Presidente de EE UU, por no respaldar un ataque contra Irán.
El informe indica que Lavrov comunicó a Kerry que los dirigentes rusos dijeron a Netanyahu que “no puede emplear el mismo método con Putin, ya que Rusia es un aliado estratégico de Siria y la apoya plenamente, incluso utilizó el derecho de veto en la asamblea del Consejo de Seguridad contra las soluciones que trataban de condenar el régimen sirio”.
Las conversaciones de Kerry se centraron acerca de “Ginebra 2” y la denuncia israelí contra la intención rusa de entregar misiles avanzados a Siria. Kerry le pidió a su homólogo ruso, Serguei Lavrov, que no enviara estos misiles, lo que hizo que Lavrov le recordara el hecho de cuando Sadam Hussein invadiera Kuwait en el año 1990, en aquel entonces “Israel” armó la gorda y reclamó atacar Iraq inmediatamente, con la excusa de que su programa nuclear era una amenaza para ellos, entonces, el Secretario de Estado de EE UU, James Baker, pronunció su famosa frase, “Washington no se domina desde Tel Aviv”, y yo te digo hoy que Moscú no se domina desde Tel Aviv, y este tema no es discutible”.
Lavrov agregó: “Ustedes nos piden que vayamos a la Conferencia de Ginebra-2, pero Ustedes mismos no quieren cumplir las resoluciones de Ginebra-1. Tienen que admitir que (el presidente sirio) Bashar al-Assad es el más fuerte en Siria hoy en día. En Estados Unidos, el 49 % de los estadounidenses no han votado a favor de Obama, esto no impidió que fuera el presidente en su país, ¿Qué pasaría si las estadísticas mostraran que la popularidad de Al-Assad superara el 51 % en Siria?