Uno de los misiles disparados desde el territorio sirio y que persiguieron a los aviones de combate israelíes alcanzó el norte de la ciudad de Al Quds ocupada (Jerusalén), a unos 200 kilómetros de distancia de los Altos del Golán.

De acuerdo a las informaciones, la respuesta a la agresión israelí fue “inmediata” y “rápida”, ya que los responsables en la defensa aérea “tenían órdenes muy claras de derribar cualquier avión que atacara el territorio sirio”.


Independientemente de quién fue la parte que disparó los misiles, y que si ciertamente derribó uno de los aviones de combate israelíes, las informaciones disponibles indican que un sofisticado misil tierra-aéreo fue disparado desde una zona de Siria donde Hezbolá “tiene amplia influencia militar”, el misil perseguí a los aviones agresores “adentro de los territorios ocupados (Palestina)” sin que Rusia tenga relación con esa operación, opinan los expertos.

Estos datos confirman que Hezbolá, o el Ejército sirio, dispone de sistema de defensa aérea muy sofisticado, y por consiguiente, es muy probable que Hezbolá tiene ese tipo de misiles y que pueda trasladarlo a Líbano.

En resumen, estiman los analistas que el enemigo sionista intentó la madrugada de este viernes enviar un mensaje a Hezbolá y “demarcar líneas rojas” para impedirle adquirir armas que “rompen el equilibrio”, pero, Hezbolá respondió al mensaje israelí con otro más fuerte afirmando que “realmente hemos roto el equilibrio y las cazas del enemigo israelí ya no tienen superioridad en el espacio”.