La política exterior de Estados Unidos hacia Cuba está sustentada en la hostilidad, el terror y la subversión, y tiene como objetivo derrocar al proceso revolucionario iniciado en 1959.

En entrevista concedida a Bolivia TV el embajador de la nación caribeña en esta nación suramericana, Rolando Gómez, recordó que la invasión a Playa Girón en abril de 1961 fue un plan para destruir el proceso de cambios en marcha.

En la agresión mercenaria participaron un gran número de esbirros de la derrotada dictadura de Fulgencio Batista, con financiamiento, entrenamiento y equipamiento de la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA).


El objetivo era tomar una porción del territorio nacional y dar una visión al mundo que había una guerra civil y así provocar una intervención militar, puntualizó Gómez.

La invasión comenzó en la madrugada del 17 de abril, y fue antecedida por un bombardeo de aviones B-26 que atacaron los principales aeropuertos del país.

Nuestro pueblo -destacó Gómez- se movilizó al llamado del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y con un gran heroísmo los mercenarios fueron derrotados en apenas 66 horas.

Como parte de la política de hostilidad, Washington impuso un bloqueo económico, comercial y financiero, el cual provocó millonarias pérdidas al país y afectaciones a importantes sectores como el turismo, indicó Gómez.

Prueba de la hostilidad -precisó el diplomático- salió a la luz recientemente un proyecto mediático cibernético subversivo contra la nación antillana, denominado Zunzuneo, el cual pretendía alentar el desorden interno a través de las redes sociales.


De este modo trataban de llegar a millares de personas con sus mensajes fundamentados en mentiras y falsas ideas y así generar la desestabilización, señaló Gómez, quien recordó que el programa subversivo contra Cuba rebasa los 260 millones de dólares.

Sabemos que esta estrategia también fue implementada en otros países, incluyendo Bolivia, de ahí la decisión del gobierno de expulsar a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).

Los planes subversivos contra Cuba están condenados al fracaso, la primavera árabe que el enemigo alienta, ya la tuvimos el 1 de enero de 1959 cuando triunfó la Revolución, sentenció Gómez.

Nuestro proceso, que el pueblo respalda amplia y mayoritariamente, lo estamos haciendo más próspero y sostenible, resaltó el embajador de Cuba en Bolivia.