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Opinión

En Argentina se está produciendo un fenómeno curioso

En Argentina se está produciendo un fenómeno curioso

Gobierno “K”, bozal a la libertad de expresión y división de la sociedad

Por Guillermo Costa - Alahednews


Es extraña la sensación que se genera cuando gente afín al oficialismo, llámese K, ultra K o “defensores del modelo” debate con los partidarios de la oposición o los que no toman realmente partido de uno u otro movimiento. Es muy triste ver como se logró fragmentar a la sociedad. Para la mayoría de las personas la sensación que existe es que para el gobierno argentino, el que piensa distinto, el que opina desde otro punto de vista, es un “traidor a la Patria”. ¿Por qué? Si hay gente que trabaja, genera ingresos, consume, ayuda a hacer girar esa rueda económica, a la distancia se percibe que no puede más.

En Argentina se está produciendo un fenómeno curioso. En muchos casos, personas instruidas que leen, escuchan y miran los reportajes a la Presidente y sus largas cadenas nacionales, al querer debatir con estos “defensores del modelo”, encuentran que ante alguna pregunta o posición en relación al gobierno, ellos retrucan con parte del discurso de Cristina Kirchner, o utilizan las mismas palabras o algunas muy parecidas.

En Argentina se está produciendo un fenómeno curioso

Este gobierno, pregona en todos sus actos y discursos que es “nac & pop”, pero sus representantes quieren todos vivir o viven en los barrios más prestigiosos de la capital porteña, como Puerto Madero, así como también es de público conocimiento que muchos no pueden justificar el incremento de sus patrimonios, mientras que a miles de jubilados que reciben el salario mínimo no les alcanza para vivir. Si uno analiza estos puntos, claramente se percibe que el discurso va hacia un lado, pero los hechos van por otro.

Dentro de este fenómeno que se produce, también se encuentran aquellos que quieren debatir sobre decretos, leyes promulgadas, resoluciones y en muchas ocasiones ninguna persona esta interiorizada o conoce lo más mínimo de cualquiera de estos asuntos. Al parecer para cierta parte de la sociedad es más fácil leer periódicos con una clara postura favorable para uno u otro lado del asunto, o programas de tv que siguen una determinada pauta en vez de prestarle atención a lo promulgado por el poder Ejecutivo. La nueva palabra de moda en boca de todo el pueblo de la gran nación del sur es intolerancia, y la historia nos ha enseñado que la intolerancia a una raza, a una religión, sólo ha generado violencia o derramamiento de sangre.

Como participes de esa sociedad, como habitantes de ese país, muchos sienten miedo y dolor, porque saben que reparar estos daños les va a llevar tiempo, va a ser difícil, no imposible. Sólo es necesario, leer, informarse, respetar las opiniones de los demás, escucharse, no atacar, no desvalorizar al que tiene otra opinión. El pueblo argentino debe crecer como sociedad y como personas.

Otro factor clave en el escenario actual, es la aplicación de la controvertida Ley de Medios impulsada por la administración Kirchner. Luego del fallo de la corte suprema a favor del gobierno, el sentimiento de mucha gente que no tiene vínculos políticos de ninguna clase, fue de abandono, de injusticia y de impotencia. Pero no porque el diario en cuestión sea Clarín, lo mismo hubiera sucedido con cualquier otro periódico.

En Argentina se está produciendo un fenómeno curioso

El partido opositor va a asumir y podría eventualmente usar la actual ley para su propio beneficio. Esta ley de medios sirve para el poder de turno, censurando de esa forma los medios independientes primero y el que sea opositor posteriormente, sea quien sea el partido gobernante.

Los medios no deben ni pueden estar en manos del Estado ni de ningún gobierno ni partido político. Ya tienen suficiente poder de difusión como Estado en sí mismo. Por ello, es respetable el defender todo derecho a disentir y no descartar siguiera el recurrir a instancias internacionales si fuera el caso.

Una sociedad democrática requiere de funcionarios que busquen encontrar coincidencias más que posturas encontradas, y si los funcionarios de turno tienen la seguridad de que podrán callar las palabras y pensamientos de los que piensan distinto, de los que no soportan más la prepotencia e inoperancia, creyendo que por  callar a los medios opositores van a cambiar la forma de pensar de una sociedad acostumbrada a dialogar.

Todos estos sentimientos encontrados de una sociedad cansada se vieron reflejados en las últimas votaciones del 27 de octubre cuando el aplastante triunfo del Frente Renovador a nivel local, realizó un llamado a la autocrítica y reflexión del gobierno nacional: “Si la gente eligió otra fuerza, nosotros nos vamos a sentar a hablar con todos”, afirmaron varios funcionarios pero ¿por qué no lo hicieron antes?

En Argentina se está produciendo un fenómeno curioso

¿Por qué convocar a la oposición sólo cuando las “papas queman”? Suena oportunista, no pluralista. Suena a manotazo de ahogado, en una ciudad en la que muchos conciudadanos literalmente se ahogaron el pasado 2 de abril en las inundaciones de la ciudad de la Plata, y otros perdieron todo, frente a la inoperancia, irresponsabilidad y desidia de los funcionarios municipales.

Esta vez el ciudadano promedio reaccionó y condenó en su gran mayoría una manera bestial de hacer política. Este gobierno acusado de ser el que destruyó la unidad entre los argentinos, y no solamente dividió sino que construyó en base a dinero mal habido una estructura de poder y corrupción que le aseguró todos estos años de hegemonía, situación que hundió la Nación en un presente y un futuro incierto.

Lo que tenemos por delante es una inflación más que preocupante y un Banco Central cada vez más comprometido, ni qué hablar del tema seguridad. Esta experiencia vivida, será por demás suficiente para que el diálogo y el consenso sea el que recupere esa nación hermosa que es la Argentina, injusta merecedora de este presente absurdo al que la han llevado.

| 12/11/2013