El Departamento estadounidense de Defensa estima hasta hoy que el despliegue de tropas en la frontera con México para evitar la entrada de migrantes centroamericanos puede significar un costo de 72 millones de dólares.

La cantidad es menos de la mitad de la cifra divulgada por reportes de prensa que sitúan en unos 200 millones de dólares el desembolso de las arcas federales.

Según el coronel Robert Manning, portavoz del Pentágono, el cálculo oficial está hecho en base a la presencia actual de cinco mil 900 militares en el área limítrofe, que se debe prolongar hasta el próximo 15 de diciembre.

También tiene en cuenta el movimiento, la gestión, el mantenimiento y el envío de fuerzas de reemplazo para ejecutar esta iniciativa ordenada por el presidente Donald Trump y a la cual se oponen diversas voces.

Sin embargo, el costo definitivo dependerá en cualquier caso del tamaño, la duración y el objetivo de esta operación de apoyo al Departamento de Seguridad Nacional, precisó el portavoz en un comunicado.

Tal movilización de tropas resulta innecesaria, nadie entiende completamente su misión, consideró el general retirado Peter Cooke, citado por informaciones periodísticas. No existían razones legítimas para desplegar las fuerzas en la frontera con el pretexto de contener una presunta invasión, manifestó Bishop Garrison, veterano de guerra y egresado de la academia militar de West Point.

Pero el secretario norteamericano de Defensa, James Mattis, defiende la presencia de militares en la frontera sur, cuya cantidad puede aumentar hasta siete mil, o 15 mil si se cumplen las amenazas del gobernante.