Las autoridades de Arabia Saudí se incautaron de fondos, empresas y otros activos por más de 35.000 millones de dólares en el marco de una investigación anticorrupción, declaró a Bloomberg el príncipe heredero del reino, Mohamed Bin Salman.

“No estoy seguro cuál es la cifra exacta, pero son probablemente más de 35.000 millones de dólares hoy por hoy”, dijo el príncipe al añadir que el 40% del monto fue percibido en metálico y se transfirió a las arcas públicas, y el resto, “en diversos activos” que fueron entregados a la entidad pública Istidama.

Bin Salman detalló que de momento ocho personas permanecen detenidas en el marco de la investigación del caso que, dijo, “puede llevar dos años más”.

En noviembre de 2017, un comité anticorrupción creado por orden del rey saudí Salman bin Abdulaziz impulsó el arresto de centenares de personas, entre ellas una decena de príncipes de la familia real, bajo acusaciones de corrupción.

Muchos de los arrestados, recluidos en el lujoso hotel Ritz-Carlton en Riad, fueron más tarde puestos en libertad, según los medios locales, tras pactar con las autoridades la entrega de una parte de sus activos al fisco.

Según la Fiscalía General saudí, en total las arcas públicas podrían recibir más de 100.000 millones de dólares como resultado de la investigación.