El Producto Interior Bruto (PIB) de Francia correspondiente al segundo trimestre del año experimentó una contracción del 0,1%, según el dato definitivo del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee), lo que supone el primer retroceso trimestral de la economía gala desde 2013, por la ligera caída del consumo y de la inversión, así como por la disminución de las existencias de las empresas.


De este modo, el dato definitivo correspondiente al segundo trimestre es una décima menor que el de las lecturas previas, señalan un crecimiento plano en este trimestre. Asimismo, la contracción del 0,1% contrasta con la expansión del 0,7% experimentada durante el primer trimestre.

Entre abril y junio, el consumo de los hogares de la segunda mayor economía de la zona euro descendieron un 0,1% frente al crecimiento del 1,1% del trimestre anterior, mientras que la formación bruta de capital fijo cayó un 0,2% después del crecimiento del 1,3% en el primer trimestre. No obstante, las exportaciones galas crecieron un 0,2%, frente al descenso del 0,4% del primer trimestre, mientras que las importaciones cayeron un 1,8%, tras el incremento el 0,2% registrado en el trimestre anterior. Otro factor negativo fue la variación de las existencias de las empresas, que recortó en 0,7 décimas el PIB en esos tres meses.

El INSEE precisó que si la economía francesa permaneciera estancada en el segundo semestre, el PIB al final del año aumentaría un 1,1%. El Gobierno, por su parte, espera un crecimiento del 1,5%. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revisó el miércoles a la baja sus expectativas y ahora estima que el PIB francés subirá un 1,3% este año.