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Economía

Un día negro para la bolsa china

Un día negro para la bolsa china

Las cifras significan las peores caídas en la bolsa china desde 2007

Un día negro para la bolsa china

Las bolsas chinas se han desplomado en un lunes negro que confirma la volatilidad de las últimas semanas y alimenta las dudas sobre los efectos a largo plazo de las medidas gubernamentales.

El parqué de Shanghái, el de referencia en China, cayó un 8,5%, mientras el de Shenzhen, que agrupa a la mayoría de empresas tecnológicas, perdió un 7,6%.

Las cifras significan las peores caídas en la bolsa china desde 2007 y finalizan unas semanas de relativa calma después del pánico del pasado mes.

La mayoría de las empresas alcanzaron las pérdidas del 10%, que la ley establece como máximas.

China National Petroleum Corp. y Sinopec, los dos gigantes petroleros nacionales, perdieron un 9,6 y un 10% respectivamente.

Apenas 77 compañías acabaron la jornada con ganancias mientras las 2.247 restantes vieron sus acciones caer.

Las pérdidas llegaron el mismo día que se conocía que los beneficios de las principales compañías industriales habían caído en junio un 0,3% respecto al año pasado, aunque los expertos señalan que esa cifra no explica la reacción de los inversores.

Los parqués habían doblado su valor en apenas un año antes de derrumbarse en junio, al perder el 30% de su valor en apenas unos días.

El Gobierno actuó con rapidez aprobando una serie de medidas que incluían la prohibición de nuevas entradas a bolsa o la de vender a los grandes accionistas (quienes tienen al menos un 5% de la participación de una compañía), la investigación de prácticas "maliciosas" y la inyección masiva de liquidez.

La reacción consiguió tranquilizar a los inversores y la bolsa se había recuperado desde entonces un 15%.

Muchos expertos extranjeros dudan de los efectos a largo plazo del intervencionismo gubernamental en las fuerzas del mercado.

Algunas estimaciones aseguran que las acciones aún podrían estar hasta un 100% sobrevaloradas, ya que el auge bursátil previo al derrumbe no estuvo acompañado de razones económicas sólidas sino del entusiasmo inversor de millones de pequeños ahorradores.

| 27/07/2015