Economía
Banco Mundial advierte sobre estancamiento secular en la eurozona
La deflación presionará a las dificultades que sufren los países de la zona euro
El Banco Mundial ha presentado sus Perspectivas Económicas Globales donde advierte sobre los síntomas de "estancamiento secular" en la eurozona, dada la débil demanda agregada y la caída en el crecimiento potencial de la economía europea. Es por ello que desde el hermano pequeño del Fondo Monetario Internacional (FMI) advierten que si la inflación sigue manteniéndose por debajo del objetivo del Banco Central Europeo del 2%, la debilidad del consumo y la inversión anémica podrían generar una espiral deflacionista.
"El peligro de la deflación añadiría presión a las dificultades que ya sufren algunos países de la zona euro, como un descenso de la fuerza laboral, una caída de la productividad y la pérdida de habilidades entre su extenso número de parados a largo plazo", advierten desde el Banco Mundial.
Este riesgo, que también incluye a Japón, se suma a la tensión que los bajos precios del petróleo está generando en algunos países productores y que también hunde las presiones inflacionistas. Estos factores, recordemos que la economía europea supone un sexto del PIB mundial, podrían debilitar aún más el comercio mundial en un momento en que los mercados financieros se enfrentan a un periodo de volatilidad dada a la divergencia que existe sobre la política monetaria de distintos países.
En consecuencia, en su nuevo informe el Banco Mundial recorta sus previsiones de crecimiento global para este año y el próximo. El organismo prevé que el PIB mundial avanzará el 3% en 2015, frente al 3,4% de su anterior estimación; mientras que para 2016 espera un crecimiento del 3,3%, por debajo del 3,5% previsto inicialmente.
Debido al tamaño de la eurozona, su estancamiento permanente tendría efecto en países vecinos como Reino Unido y Suiza, así como Europa del Este, el Norte de África y el Sur de Asia, dadas las extensas relaciones comerciales con estas zonas. Desde el Banco Mundial advierten que pese a que el BCE mantiene los tipos de interés cercanos a cero, el coste de financiación para el sector privado incrementaría dados los riesgos de un contexto económico inestable y la caída de precios, que vendrá acompañado de una mayor tasa de ahorro, una demanda de activos refugio y una caída de las inversiones.
Dicho esto, el Banco Mundial señala que Irlanda y España, son los únicos países de la zona euro donde el repunte parece afianzarse, "debido al fortalecimiento de los balances empresariales y la mejora de la competitividad". Aún así, la actividad económica en Francia, Alemania e Italia fue menor a la esperada el año pasado y la incertidumbre política en Grecia sigue haciendo mella en el sentimiento de los inversores.
"La economía global está en una coyuntura desconcertante", aseguró Kaushik Basu, economista jefe del Banco Mundial. "Es un momento desafiante cuando se trata de realizar proyecciones económicas", añadió.
| El Banco Mundial ha presentado sus Perspectivas Económicas Globales donde advierte sobre los síntomas de "estancamiento secular" en la eurozona, dada la débil demanda agregada y la caída en el crecimiento potencial de la economía europea. Es por ello que desde el hermano pequeño del Fondo Monetario Internacional (FMI) advierten que si la inflación sigue manteniéndose por debajo del objetivo del Banco Central Europeo del 2%, la debilidad del consumo y la inversión anémica podrían generar una espiral deflacionista.
"El peligro de la deflación añadiría presión a las dificultades que ya sufren algunos países de la zona euro, como un descenso de la fuerza laboral, una caída de la productividad y la pérdida de habilidades entre su extenso número de parados a largo plazo", advierten desde el Banco Mundial.
Este riesgo, que también incluye a Japón, se suma a la tensión que los bajos precios del petróleo está generando en algunos países productores y que también hunde las presiones inflacionistas. Estos factores, recordemos que la economía europea supone un sexto del PIB mundial, podrían debilitar aún más el comercio mundial en un momento en que los mercados financieros se enfrentan a un periodo de volatilidad dada a la divergencia que existe sobre la política monetaria de distintos países.
En consecuencia, en su nuevo informe el Banco Mundial recorta sus previsiones de crecimiento global para este año y el próximo. El organismo prevé que el PIB mundial avanzará el 3% en 2015, frente al 3,4% de su anterior estimación; mientras que para 2016 espera un crecimiento del 3,3%, por debajo del 3,5% previsto inicialmente.
Debido al tamaño de la eurozona, su estancamiento permanente tendría efecto en países vecinos como Reino Unido y Suiza, así como Europa del Este, el Norte de África y el Sur de Asia, dadas las extensas relaciones comerciales con estas zonas. Desde el Banco Mundial advierten que pese a que el BCE mantiene los tipos de interés cercanos a cero, el coste de financiación para el sector privado incrementaría dados los riesgos de un contexto económico inestable y la caída de precios, que vendrá acompañado de una mayor tasa de ahorro, una demanda de activos refugio y una caída de las inversiones.
Dicho esto, el Banco Mundial señala que Irlanda y España, son los únicos países de la zona euro donde el repunte parece afianzarse, "debido al fortalecimiento de los balances empresariales y la mejora de la competitividad". Aún así, la actividad económica en Francia, Alemania e Italia fue menor a la esperada el año pasado y la incertidumbre política en Grecia sigue haciendo mella en el sentimiento de los inversores.
"La economía global está en una coyuntura desconcertante", aseguró Kaushik Basu, economista jefe del Banco Mundial. "Es un momento desafiante cuando se trata de realizar proyecciones económicas", añadió.