Irán pondrá en órbita tres satélites de producción nacional durante los primeros meses de 2019. Los tres bólidos, con diseño y concepción propia, apoyarán las telecomunicaciones de la nación.

El satélite iraní Payam-e-Amirkabir, construido por los expertos de la universidad del mismo nombre, está listo para el lanzamiento en 2019, al igual que el Dousti, de la Universidad de Sharif, y el Nahid-1.

Teherán posee otros seis proyectos espaciales que ejecutan universidades iraníes y la Agencia Espacial de Irán.

En 2009, Irán puso en órbita su primer satélite de procesamiento de datos, de fabricación nacional, bautizado como Omid (Esperanza), al que en años posteriores se han sumado otros.

Rasad (Observación) en 2011, Navid (Presagio) en 2012, y Fayr (Amanecer) en 2015 se incluyen en esos logros de la ciencia y la tecnología iraníes.

En febrero de 2010, envió su primera biocápsula, con seres vivos al espacio mediante el cohete Kavoshgar-3 (Explorador-3). Irán ocupa un lugar entre las 10 naciones con capacidad de diseñar, construir y lanzar satélites.

La Agencia Espacial de Irán aspira a crear satélites con capacidad de captar imágenes desde el espacio extraterrestre con una precisión de un metro antes de 2025.