En el sur de la provincia de Deir Ezzor, Siria, han observado al bulldozer más extraño del mundo. Este vehículo fue manejado por ingenieros de las tropas sirias que se dirigían hacia la frontera con Iraq.

Roman Katkov, corresponsal del medio ruso Vestnik Mordovii, subraya que lo más interesante de este bulldozer es su sistema de defensa antimisil. Se trata del sistema de contrataque óptico-electrónico Sarab (espejismo, en árabe), instalado en el techo de la cabina blindada del bulldozer.

Este dispositivo, conocido entre los expertos como la “casa de los pájaros siria”, sirve para interrumpir la orientación de los misiles antitanque, como el TOW-2, de fabricación estadounidense.

Está instalado principalmente en varios equipos militares del Ejército sirio: tanques, vehículos de combate de infantería y cañones antiaéreos Shilka. Nunca antes un Sarab había adornado un vehículo de ingeniería, informa Katkov.

Según el corresponsal, aquellos que siguen lo que está sucediendo en los frentes de guerra en Siria no deberían sorprenderse de esta modernización. Muy a menudo los terroristas no escatiman misiles antitanque guiados, incluido el misil antitanque TOW, para combatir las excavadoras blindadas. Por lo tanto, no es sorprendente que estas medidas fueron tomadas para proteger a la tripulación.

Los Sarab fueron diseñados no por los rusos o iraníes, sino por los propios sirios. Aparecieron por primera vez en 2015.

A diferencia de otros sistemas de contramedidas optoelectrónicas, el Sarab no afecta el sistema de guía de misiles, sino directamente “deslumbra” al operador enemigo con una secuencia de pulsos de luz potentes. Funciona con dos baterías de automóvil durante 12 horas. Ya existen tres prototipos de Sarab, según el bloguero ruso Andrei-bt.