Los científicos Siddharth Dhomkar y Jacob Henshaw del City College de Nueva York están desarrollando un nuevo método de almacenamiento de datos basado en diamantes. Las principales ventajas de almacenar la información en diamantes son su dureza, ya que pueden ser regrabables sin perder calidad, sus millones de años de duración y su capacidad almacenaje, ya que pueden contener información en distintas capas.


Los diamantes son cristales compuestos por átomos de carbono, extremadamente enlazados y encadenados, aunque a veces ese orden se rompe debido a un átomo de nitrógeno. Es allí cuando se genera un pequeño espacio vacío con capacidad de atrapar electrones, es decir partículas de carga negativa. Es en ese espacio donde se puede grabar la información en lenguaje binario, el que está en la base del lenguaje informático. Con pulsos láser extremadamente precisos se puede quitar o poner un electrón en dicho espacio. Siguiendo el sistema binario, si el defecto tiene un electrón adicional equivale a 1. Si carece de un electrón es 0. Los diamantes usados para los experimentos son de fabricación industrial, ya que el precio de los naturales es demasiado elevado para ser considerado una opción viable.

Puede que en un futuro tengamos en nuestro anillo de compromiso no solo la fecha grabada, sino las fotos y el vídeo de la boda.