Tecnología
Un ordenador que funciona con gotas de agua
El aparato además de procesar información, procesa materia
Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford (EEUU) ha logrado desarrollar un ordenador con una característica única: los bits de información son sustituidos por gotas de agua. Así, el dispositivo además de procesar información, procesa materia.
Las pequeñas gotas de agua son manipuladas de la misma forma en la que se manipulan los bits de información de un ordenador tradicional: las gotas -imbuidas con nanopartículas magnéticas- se mueven por un circuito de varias matrices de barras de hierro tapadas por un vidrio. En medio de estas capas introdujeron aceite.
Las nanopartículas provocan que las gotas de agua sean sensibles a los campos magnéticos de una especie de reloj -como en los ordenadores electrónicos-. La salvedad es que este reloj está formado por unas bovinas de metal que mientras giran, generan un campo magnético. Así, el comportamiento de las gotas se ve influenciado por el campo magnético haciendo que todas ellas (pudiendo controlar millones de gotas al mismo tiempo) se muevan en perfecta sincronía y que el sistema funcione sin errores. Puede realizar todo tipo de cálculos en los que la presencia de una gota de agua simboliza el 1 y la ausencia de ella el 0 en código binario.
Como el ordenador de agua es bastante más lento a la hora de realizar cálculos que un ordenador al uso, las utilidades del mismo se concibieron con un horizonte más amplio: procesar materia a la vez que información. Para ello, los investigadores creen que cada gota de agua podría contener productos químicos con capacidad de generar reacciones en tubos de ensayo, permitiendo una capacidad de trabajo en laboratorios de biología o química con un rendimiento sin precedentes.
“Ya tenemos ordenadores digitales para procesar la información. Nuestro objetivo no es competir con los ordenadores electrónicos o para operar los procesadores de texto. Nuestro objetivo es construir una clase completamente nueva de equipos que precisamente puedan controlar y manipular la materia física. Imagínese si al ejecutar una serie de cálculos no sólo la información se procesa, sino que la materia física es algorítmicamente manipulada también. Pues hemos hecho esto posible en la mesoescala”, afirma Manu Prakash, líder del estudio.