Tecnología
Un nuevo implante flexible que cura lesiones medulares
Esta tecnología dará la esperanza a los pacientes paralizados
Colocar un dispositivo electroestimulador bajo la envoluntura que protege el sistema nervioso es una de las técnicas que actualmente ayudan a tratar las lesiones de médula espinal. La inconveniencia de esta técnica es que al ser prótesis rígidas provoca cicatrices, inflamación y rechazo tras pasar apenas unas semanas desde su colocación.
Ahora, un grupo internacional de científicos, liderados desde la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en Suiza, ha conseguido crear una nueva prótesis, completamente elástica, que permite estimular la médula cuando ésta está dañada y lograr la recuperación de movilidad en las extremidades. El experimento ha sido probado con éxito en ratones paralíticos, ya que tras el implante, consiguieron volver a caminar con normalidad.
Esta prótesis elástica y flexible (tan maleable como un tejido vivo), una vez implantada en la médula espinal, se estimula eléctrica y químicamente y ha sido bautizada como “duramadre electrónica” (e-Dura). Las ventajas de e-Dura, es que no provocan ninguno de los efectos secundarios de las prótesis rígidas, incluido el rechazo. En el experimento con ratones, a los dos meses de la intervención, los roedores no presentaron ningún tipo de rechazo. Además los investigadores están convencidos de que este dispositivo podría funcionar en los seres humanos por un período de 10 años.
“Nuestro implante e-Dura puede permanecer durante mucho tiempo en la médula espinal o la corteza cerebral porque tiene las mismas propiedades mecánicas que la duramadre; y esto abre nuevas posibilidades terapéuticas para los pacientes que han sufrido traumatismos o trastornos neurológicos, en particular para aquellos que quedaron paralizados después de una lesión medular” explica a Sinc Stéphanie Lacour, coautora del estudio.
El trabajo, que ha sido publicado en la revista Science, aclara que este hallazgo podría servir no solo como ayuda a los pacientes con médula espinal dañada, sino a personas con párkinson, con epilepsia o incluso como terapia contra el dolor.
| Colocar un dispositivo electroestimulador bajo la envoluntura que protege el sistema nervioso es una de las técnicas que actualmente ayudan a tratar las lesiones de médula espinal. La inconveniencia de esta técnica es que al ser prótesis rígidas provoca cicatrices, inflamación y rechazo tras pasar apenas unas semanas desde su colocación.
Ahora, un grupo internacional de científicos, liderados desde la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en Suiza, ha conseguido crear una nueva prótesis, completamente elástica, que permite estimular la médula cuando ésta está dañada y lograr la recuperación de movilidad en las extremidades. El experimento ha sido probado con éxito en ratones paralíticos, ya que tras el implante, consiguieron volver a caminar con normalidad.
Esta prótesis elástica y flexible (tan maleable como un tejido vivo), una vez implantada en la médula espinal, se estimula eléctrica y químicamente y ha sido bautizada como “duramadre electrónica” (e-Dura). Las ventajas de e-Dura, es que no provocan ninguno de los efectos secundarios de las prótesis rígidas, incluido el rechazo. En el experimento con ratones, a los dos meses de la intervención, los roedores no presentaron ningún tipo de rechazo. Además los investigadores están convencidos de que este dispositivo podría funcionar en los seres humanos por un período de 10 años.
“Nuestro implante e-Dura puede permanecer durante mucho tiempo en la médula espinal o la corteza cerebral porque tiene las mismas propiedades mecánicas que la duramadre; y esto abre nuevas posibilidades terapéuticas para los pacientes que han sufrido traumatismos o trastornos neurológicos, en particular para aquellos que quedaron paralizados después de una lesión medular” explica a Sinc Stéphanie Lacour, coautora del estudio.
El trabajo, que ha sido publicado en la revista Science, aclara que este hallazgo podría servir no solo como ayuda a los pacientes con médula espinal dañada, sino a personas con párkinson, con epilepsia o incluso como terapia contra el dolor.