Tecnología
Colas para conseguir el primer iPhone 5S
Pasaron la noche junto a la tienda de Apple en Barcelona
Es un ritual. Si hay nuevo producto Apple debe haber colas en Tokio y en Nueva York. Pues también Barcelona se ha apuntado al rito coincidiendo con el inicio de la venta del iPhone 5S y C en España y otros países.
Ojos rojos y rodillas blandas esperan en una esquina del barcelonés Paseo de Gràcia. Mientras el sol aún no ha salido, cabezas dormidas se sujetan las unas a las otras en una cola que, a estas horas tan tempranas, tiene algo de surrealista. No esperan por David Bisbal. Ellos son fans tecnológicos y quieren ser los primeros en comprar el nuevo iPhone 5 S. “Estamos aquí desde hace 20 horas”, explican Adolfo Herrera y sus amigos Ruger y Jordi, los primeros en llegar a la puerta de la tienda de Apple. Armados de sillas y bocadillos, estos jóvenes apóstolos de la fe Apple aguardan desde las siete de la tarde de ayer el momento en que podrán irse a la cama con su nuevo juguete en los bolsillos.
Juntos a ellos, Edu y Xavi vienen para vivir “una experiencia religiosa y por supuesto por el móvil.
“Steve Jobs es nuestro dios”, dice Xavi. En la cola, no solo jóvenes, sino también padres e hijos y algún ejecutivo con prisa para ir a la oficina. Una de las repartidoras de diarios de la zona comentaba con ironía ante la cola: “Ayer miles de personas participaron en la manifestación porque las universidades no tienen dinero, y hoy están aquí para pagar un móvil 700 euros”.
Pero nadie parece quejarse demasiado por el precio: “La exclusividad y el servicio de Apple merecen la pena”, confirma uno de los zombis de la cola. Hay quien no puede resistirse a las innovaciones y cambia de modelo cada vez que se estrena uno. “El iPhone 5S hace vídeos a cámara lenta y te coge la huella digital!”, explican entusiasmadas Mae y Natalie, dos menores de 20 años: “Hoy y nunca más. Estamos cansadas, no hemos dormido nada”.
Para el fin del suplicio queda poco: de pronto las puertas de la tienda se abren, y como jugadores de baloncesto que se animan antes de un partido, los empleados de Apple salen corriendo, gritando y aplaudiendo. Corren alrededor de los tres bloques que forman la cola, incitando a los clientes a despertarse. Lo peor ya ha pasado.
Los precios del iPhone 5S, sin planes, van desde los 699 euros para el modelo de 16 gigas, a los 799 para el de 32 y 899 para el de 64 gigas. Se espera que hoy comiencen a conocerse los planes de las operadoras para sus abonados.
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Es un ritual. Si hay nuevo producto Apple debe haber colas en Tokio y en Nueva York. Pues también Barcelona se ha apuntado al rito coincidiendo con el inicio de la venta del iPhone 5S y C en España y otros países.
Ojos rojos y rodillas blandas esperan en una esquina del barcelonés Paseo de Gràcia. Mientras el sol aún no ha salido, cabezas dormidas se sujetan las unas a las otras en una cola que, a estas horas tan tempranas, tiene algo de surrealista. No esperan por David Bisbal. Ellos son fans tecnológicos y quieren ser los primeros en comprar el nuevo iPhone 5 S. “Estamos aquí desde hace 20 horas”, explican Adolfo Herrera y sus amigos Ruger y Jordi, los primeros en llegar a la puerta de la tienda de Apple. Armados de sillas y bocadillos, estos jóvenes apóstolos de la fe Apple aguardan desde las siete de la tarde de ayer el momento en que podrán irse a la cama con su nuevo juguete en los bolsillos.
Juntos a ellos, Edu y Xavi vienen para vivir “una experiencia religiosa y por supuesto por el móvil.
“Steve Jobs es nuestro dios”, dice Xavi. En la cola, no solo jóvenes, sino también padres e hijos y algún ejecutivo con prisa para ir a la oficina. Una de las repartidoras de diarios de la zona comentaba con ironía ante la cola: “Ayer miles de personas participaron en la manifestación porque las universidades no tienen dinero, y hoy están aquí para pagar un móvil 700 euros”.
Pero nadie parece quejarse demasiado por el precio: “La exclusividad y el servicio de Apple merecen la pena”, confirma uno de los zombis de la cola. Hay quien no puede resistirse a las innovaciones y cambia de modelo cada vez que se estrena uno. “El iPhone 5S hace vídeos a cámara lenta y te coge la huella digital!”, explican entusiasmadas Mae y Natalie, dos menores de 20 años: “Hoy y nunca más. Estamos cansadas, no hemos dormido nada”.
Para el fin del suplicio queda poco: de pronto las puertas de la tienda se abren, y como jugadores de baloncesto que se animan antes de un partido, los empleados de Apple salen corriendo, gritando y aplaudiendo. Corren alrededor de los tres bloques que forman la cola, incitando a los clientes a despertarse. Lo peor ya ha pasado.
Los precios del iPhone 5S, sin planes, van desde los 699 euros para el modelo de 16 gigas, a los 799 para el de 32 y 899 para el de 64 gigas. Se espera que hoy comiencen a conocerse los planes de las operadoras para sus abonados.