El régimen sionista rechazó la investigación independiente solicitada por la ONU y la UE sobre los incidentes del viernes en la Franja de Gaza.

“Hicieron lo que tenían que hacer. Creo que todas nuestras tropas merecen un reconocimiento, y no habrá investigación”, aseveró el ministro de Guerra israelí, Avigdor Lieberman, a la Radio del Ejército.

Lieberman consideró que la petición de investigación es hipócrita y defendió la “actuación de las tropas” como lo hiciera el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que alegó que “Israel” estaba tomando “medidas firmes para defender su soberanía”.

La cruenta represión realizada por las fuerzas de ocupación israelí contra manifestantes palestinos, los 15 fallecidos confirmados y el alto número de heridos, más de 1.400, provocaron la conmoción de la comunidad internacional y las críticas de países y ONG que condenaron “el excesivo uso de la fuerza”.


El viernes pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU convocó a una reunión de emergencia para abordar el tema y expresó profunda inquietud por los incidentes violentos que ocasionaron la muerte de al menos 15 personas.

Miembros de ese alto órgano de la ONU, el único cuyas decisiones tienen carácter vinculante, pidieron moderación al gobierno de Tel Aviv para evitar más víctimas mortales y llamaron a proteger la vida de los civiles.

El secretario general de la ONU, António Guterres, también manifestó alarma por la dura represión a los manifestantes que participaban en la Gran Marcha del Retorno, en contra de la ocupación israelí.

Del mismo modo, solicitó realizar lo antes posible una investigación para esclarecer los hechos del pasado viernes, cuando el ejército de ocupación israelí atacó con disparos y gases lacrimógenos a los manifestantes palestinos.