Miles de armenios han recordado el genocidio a manos de los turcos otomanos en 1915. Durante la protesta, se ha quemado una bandera turca.

La multitud ha tomado las calles, como cada año, con una antorcha en la mano. También se vieron banderas de los países que reconocen el genocidio, y piden que sean más.


El 24 de abril de 1915, 250 intelectuales armenios fueron detenidos por las autoridades turcas, marcando el inicio de una persecución con fuerza estatal que terminaría con la vida de 1.5 millones de armenios, la mayoría viviendo en la Anatolia (actual Turquía).

Ni Turquía ni Estados Unidos han reconocido este macabro hecho histórico. Turquía acepta que en aquellos enfrentamientos murieron muchos armenios cristianos, pero Estambul niega que fueran cientos de miles.


Por eso, los hijos del pueblo armenio marchan cada año, cada 24 de abril, por las calles de distintas ciudades del mundo, como Beirut (Líbano) y Los Angeles (California), frente a la embajada de Turquía, solicitando algo muy simple: memoria, reconocimiento oficial de la historia para que estos calamitosos eventos, donde hay una masacre sistemática de seres humanos mediante el uso de la fuerza del Estado, nunca más se repita.