El Papa ha reiterado su mensaje de acogida a los refugiados al señalar que todo el mundo tiene “la obligación de acoger al hermano que huye de la guerra, del hambre o de la violencia” y ha señalado que el compromiso de los cristianos “es urgente”. “La opción de levantar muros hace más ruido que la silenciosa acción de quienes ayudan y asisten a los emigrantes y refugiados, pero cerrarse no es la solución, sólo favorece los tráficos criminales”, ha aseverado.


Durante la audiencia general de este miércoles que ha celebrado en la Plaza de San Pedro, el Papa ha asegurado que la única solución posible ante el fenómeno migratorio es la “solidaridad”.

Por ello, pedido una respuesta solidaria y de acogida ante estas personas. Asimismo, el Papa ha explicado que la historia de la humanidad es una historia de migraciones y que no existe un pueblo que no haya conocido este fenómeno.

“Tampoco la historia de la salvación es ajena a esta situación. Abrahán, Moisés, incluso Jesús ha dejado su tierra y se ha puesto en camino”, ha precisado Francisco.Además, ha subrayado que estas situaciones se han visto unidas a graves crisis sociales, que a lo largo de los siglos se han afrontado con dos aptitudes: “la de cerrarse al que viene o la de acogerlo”.

En esta línea, ha señalado que “el compromiso de los cristianos es urgente” y les ha pedido abrirse al hermano, acogerlo, para poder restituirle la dignidad que, en muchos casos, ha perdido por los abusos, el egoísmo y la criminalidad”. “Así, nuestra vida será fecunda y nuestras sociedades recuperarán la paz”, ha concluido.