La policía francesa desmanteló este viernes un campamento irregular de migrantes en el norte de París, donde más de 2.000 personas, fundamentalmente sudaneses, afganos y eritreos, se habían instalado hace varias semanas y vivían en condiciones deplorables.

La evacuación, que se realizó bajo un fuerte dispositivo policial y en calma, comenzó temprano por la mañana.


Los migrantes, entre los cuales había mujeres y niños, fueron evacuados en autobuses y llevados a alrededor de 60 refugios en la región parisina, informó la ministra francesa de Vivienda, Emmanuelle Cosse, presente durante el operativo.

Este campamento irregular ya había sido evacuado el 17 de agosto. Unas 700 personas habían sido trasladadas a centros de acogida. Pero desde entonces, cientos de migrantes volvieron a instalarse bajo carpas o sobre un simple colchón sobre el suelo.

Varias decenas de migrantes llegan cada día a París, que se enfrenta desde hace más de un año a un “flujo migratorio sin precedentes”, según la alcaldía.