Mientras continúan los ataques terroristas de los grupos takfiríes como Daesh en nombre de la religión en Francia, el ministro del Interior francés anunció este lunes que “una veintena” de mezquitas y salas de oración consideradas radicales han sido cerradas desde diciembre y “serán más”, al igual que las expulsiones de predicadores extremistas.


“No hay espacio en Francia para aquellos que en las salas de rezo o en las mezquitas llaman y provocan el odio”, dijo el ministro Bernard Cazeneuve a la prensa tras reunirse con el presidente y el secretario del Consejo Francés del Culto Musulmán, Anouar Kbibech y Abdallah Zekri.

“Esta es la razón por la que decidí hace varios meses, tanto en el marco del estado de emergencia como movilizando todos los medios de derecho común y con las medidas administrativas disponibles, cerrar mezquitas. Hasta ahora se han cerrado y habrá más (cierres), dadas las informaciones de las que disponemos”, advirtió.

En Francia hay unas 2.500 mezquitas y salas de oración, de las que unas 120 son consideradas como difusoras de una ideología fundamentalista salafista.

Esta reunión del lunes entre el ministro y los responsables del CFCM debía tratar la organización y la financiación de las mezquitas en Francia “con transparencia”, para alejar a donantes “radicales”, en medio de los temores por el aumento de la retórica “extremista”.