Cultura
Venecia puede acabar incluida en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro
La Unesco advierte a Italia que tiene siete meses para cambiar la situación
Venecia está en peligro. Corre el riesgo de verse casi sin habitantes, solo con turistas. Es más: puede acabar pronto en la lista de los sitios Patrimonio Mundial de la Unesco en Peligro, con el consiguiente daño a su imagen.
Exceso de turistas y de tráfico, demasiados cambios en el ecosistema de la laguna, grandes naves frente a la Plaza de San Marcos, éxodo de residentes e intereses portuarios son los peligros que advierte la Unesco, hasta el punto de dar la alarma y un ultimátum a Venecia y a Italia: tienen siete meses de plazo, hasta el 1 de febrero de 2017, para cambiar la situación.
La que fue hasta 1797 capital de la República de Venecia (conocida como la Serenísima) podría ser incluida en una “lista de peligro” en la que hoy aparecen 46 lugares, como Alepo y Damasco en Siria y la basílica de la Natividad en Jerusalén. Los últimos en entrar, hace dos días, en dicha lista son los cinco sitios en territorio libio que forman parte del Patrimonio Mundial.
De forma unánime, los países de la Unesco, en su reunión mundial celebrada en Estambul esta semana, advirtieron a Italia: “El gobierno no tiene ninguna estrategia, el tiempo se ha acabado y debe actuar para salvar Venecia”.
El centro histórico de Venecia y su laguna fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987. Desde entonces, en la ciudad de los canales han cambiado, a peor, muchas cosas, según la denuncia que hacen también las asociaciones ambientales Italia Nostra, Fai y Wwf, que hablan, en primer lugar, del alarmante éxodo de residentes, mientras la máxima capacidad de acogida de turistas ha sido ampliamente superada. Un hecho causado en gran medida por la conversión en uso turístico de gran parte de las casas del centro histórico.
La citadas asociaciones ambientales señalan también estos riesgos: degeneración de la laguna desde el punto de vista de la morfología y de la funcionalidad, con la erosión de los bancos de arena, la dispersión de los sedimentos, la construcción de islas artificiales y de vertedores tóxicos; la pesca destructiva y los cambios en las corrientes de mareas sin monitorizar; la erosión creada por el tráfico comercial y por impresionantes cruceros.