Durante más de cuatro años de guerra contra Siria, los satélites en ningún caso han podido detectar el flujo de decenas de miles de mercenarios a Siria procedentes de diferentes países vía Turquía, tampoco han logrado localizar las agrupaciones y concentraciones de terroristas en territorio sirio o iraquí. Sin embargo, en dos días han sacado y publicado imágenes “exactas” para confirmar uno de los crímenes de Daesh, entre tantos.


La ONU ha confirmado con pruebas la destrucción de dos importantes templos de la antigua ciudad siria de Palmira, el de Baal Shamin y el de Bel, por parte de Daesh gracias a imágenes vía satélite que muestran los escombros a los que han quedado reducidos ambos.

El templo de Bel era el más importante y mejor conservado del conjunto arqueológico de la ciudad siria de Palmira, una joya de 2.000 años considerada Patrimonio de la Humanidad.

Pero ya no existe. La estructura, considerada una síntesis de los estilos arquitectónicos típicos del antiguo Medio Oriente y del mundo grecorromano, fue destruida por el grupo terrorista Daesh.


Así lo corroboran las imágenes de satélite con el antes y el después del último ataque del grupo terrorista en contra del patrimonio histórico de Siria.

A mediados de mayo los terroristas de Daesh se hicieron con el control de Palmira, situada en un oasis a 215 kilómetros al nordeste de la capital Damasco, y desde entonces están cumpliendo con su amenaza de acabar con los restos arqueológicos que tachan de "símbolos de idolatría pagana".