Las autoridades japonesas han detenido este miércoles a un ciudadano saudí después de que destruyera varias estatuas de Buda en un templo de la capital, Tokio, según ha informado la cadena de televisión pública japonesa, NHK.


La Policía ha detallado que recibió una llamada de emergencia relatando que un ciudadano de nacionalidad extranjera se estaba comportando de forma violenta en el Templo Sensoji y que, tras llegar al lugar, encontraron cuatro estatuas destrozadas.

Tres de las estatuas estaban talladas en piedra y medían entre 60 centímetros y un metro, mientras que la cuarta medía dos metros y estaba tallada en bronce. Esta última tenía una antigüedad de unos 300 años.