La Liga de los Derechos Humanos de Francia ha denunciado este viernes un aumento sin precedentes en las evacuaciones de campamentos gitanos llevadas a cabo por las autoridades en el tercer trimestre del año, hasta el punto de que sólo entre julio y septiembre 5.000 romaníes se han quedado sin su lugar de residencia.


En plena polémica por las declaraciones del ministro francés del Interior, Manuel Valls, que esta semana abogó públicamente por expulsar a Rumanía y Bulgaria a los gitanos procedentes de estos países, la Liga de los Derechos Humanos ha hecho público un informe en el que critica los "violentos, brutales e inútiles" desalojos.

Según esta ONG, en el tercer trimestre las autoridades han continuado con su "ritmo elevado" de evacuaciones. En concreto, las fuerzas de seguridad han realizado 56 desalojos que han afectado a 5.003 personas, a lo que se suman otras cinco evacuaciones tras un incendio con medio millar de damnificados.

La Liga también ha constatado "un número creciente" de campamentos que son abandonados por sus habitantes ante una inminente intervención de la Policía, "para evitar traumas y pérdida de sus bienes".


"Estas expulsiones se producen sin una alternativa creíble de realojo ni de acompañamiento social", ha lamentado la organización, que ve "raro" o "superficial" el acompañamiento al que se comprometió el Gobierno en agosto de 2012. "Parece más un censo de población que un trabajo social de inserción real y duradero", ha añadido.

A medida que aumentan los desalojos, también crece la "precariedad" de la población gitana residente en Francia y su "marginación" y "estigmatización", según la Liga de los Derechos Humanos. Asimismo, ha lamentado los "discursos de odio" pronunciados por responsables políticos como Valls, que no hacen sino "alimentar los prejuicios".