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Palestina conmemora el 65 aniversario de su calvario
Un país contra el olvido y una causa de presencia permanente
Especial Alahednews
El 15 de mayo se conmemora la creación de la entidad ilegal sionista y el inicio de la etapa de colonización de Palestina.
Sesenta y cinco años lleva Palestina cargando su cruz en la vía dolorosa desde An-Nakba (inicio del éxodo palestino), largos y dolorosos años de sentencias militares, condenas, redadas y asesinatos, persecución y liquidación, colonización y desplazamientos. Todo esto con silencio internacional y complicidad árabe, ignorancia mundial y caso omiso de parte de la ONU. Aun así, Palestina sigue siendo un proyecto para el futuro... No se puede enterrar a la causa palestina, incluso si la mataran, detuvieran, abortaran o abandonaran... Esta causa, esta tierra está convocada a la resurrección una y otra vez. El largo cautiverio no ha conseguido eliminar a Palestina del mapa de la conciencia.
También han sido largos y duros años de atrocidades y masacres; empezando por la matanza de Deir Yasin, a manos de las bandas terroristas de la “Hagana” y “Irgún”, la ocupación de toda Palestina, “Septiembre Negro”, la destrucción sistemáticas de las casas y medios de vida, los asesinatos, la expulsión por la fuerza o "desplazamiento obligatorio" y las conspiraciones, sin embargo, los palestinos no llegaron al borde de la desesperación, aunque sí entraron en el cuadrado de debilidad.
Todos participaron en la conspiración contra Palestina y los palestinos, a excepción de unos pocos que todavía conservan a Palestina un lugar privilegiado en la mente, en el corazón, en la acción “de apretar el gatillo”. Aquí, el palestino no pierde la esperanza, mientras "haya algo grande que merezca la vida”, Palestina seguirá siendo un legítimo sueño a realizar.
El palestino se siente prisionero de todo el mundo: los árabes le exigen silencio, apoyan su incapacidad y le reclaman obediencia… El mundo le priva de todos sus derechos, únicamente le admiten el status de "arresto domiciliario", sus objeciones a la colonización están permitidas pero inaudibles. El mundo cuando trata a la autoridad palestina, lo hace como un verdugo, es como si reemplazara a la entidad sionista y se portara como carcelero de prisiones.
Sin embargo, aunque por detrás de los barrotes, Palestina ha demostrado que el hombre es más fuerte que sus carceleros, y más sólido que las restricciones. En Sesenta y cinco años en cautiverio, Palestina ha ofrecido mártires y prisioneros, “en cada casa hay mártir y de cada casa hay prisionero”.
Palestina no renuncia a sus derechos, no ha dejado de luchar, es más fuerte que sus carceleros… cada día está más decidida, más firme y más dispuesta a seguir la lucha, a pesar de las cadenas y de las alambradas que la rodean, Palestina no renunciará y seguirá luchando hasta conseguir el milagro.
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Sesenta y cinco años lleva Palestina cargando su cruz en la vía dolorosa desde An-Nakba (inicio del éxodo palestino), largos y dolorosos años de sentencias militares, condenas, redadas y asesinatos, persecución y liquidación, colonización y desplazamientos. Todo esto con silencio internacional y complicidad árabe, ignorancia mundial y caso omiso de parte de la ONU. Aun así, Palestina sigue siendo un proyecto para el futuro... No se puede enterrar a la causa palestina, incluso si la mataran, detuvieran, abortaran o abandonaran... Esta causa, esta tierra está convocada a la resurrección una y otra vez. El largo cautiverio no ha conseguido eliminar a Palestina del mapa de la conciencia.
También han sido largos y duros años de atrocidades y masacres; empezando por la matanza de Deir Yasin, a manos de las bandas terroristas de la “Hagana” y “Irgún”, la ocupación de toda Palestina, “Septiembre Negro”, la destrucción sistemáticas de las casas y medios de vida, los asesinatos, la expulsión por la fuerza o "desplazamiento obligatorio" y las conspiraciones, sin embargo, los palestinos no llegaron al borde de la desesperación, aunque sí entraron en el cuadrado de debilidad.
Todos participaron en la conspiración contra Palestina y los palestinos, a excepción de unos pocos que todavía conservan a Palestina un lugar privilegiado en la mente, en el corazón, en la acción “de apretar el gatillo”. Aquí, el palestino no pierde la esperanza, mientras "haya algo grande que merezca la vida”, Palestina seguirá siendo un legítimo sueño a realizar.
El palestino se siente prisionero de todo el mundo: los árabes le exigen silencio, apoyan su incapacidad y le reclaman obediencia… El mundo le priva de todos sus derechos, únicamente le admiten el status de "arresto domiciliario", sus objeciones a la colonización están permitidas pero inaudibles. El mundo cuando trata a la autoridad palestina, lo hace como un verdugo, es como si reemplazara a la entidad sionista y se portara como carcelero de prisiones.
Sin embargo, aunque por detrás de los barrotes, Palestina ha demostrado que el hombre es más fuerte que sus carceleros, y más sólido que las restricciones. En Sesenta y cinco años en cautiverio, Palestina ha ofrecido mártires y prisioneros, “en cada casa hay mártir y de cada casa hay prisionero”.
Palestina no renuncia a sus derechos, no ha dejado de luchar, es más fuerte que sus carceleros… cada día está más decidida, más firme y más dispuesta a seguir la lucha, a pesar de las cadenas y de las alambradas que la rodean, Palestina no renunciará y seguirá luchando hasta conseguir el milagro.