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EE.UU. apoya un grupo terrorista iraní
Doble rasero: EE.UU. acusa de terrorismo a Irán apoyando uno de sus grupos terroristas
A pesar de acusar a Teherán de ser la mano negra de una larga lista de atentados, EE.UU. apoya la organización iraní responsable de ataques terroristas contra los propios iraníes.
Washington y Tel Aviv acusan a Teherán de una larga lista de atentados, desde el asesinato de cinco judíos en Bulgaria hasta la masacre que se llevó la vida de 85 personas de la comunidad hebrea en Argentina en los años 90. Pero las acusaciones tienen dos caras.
El grupo armado Muyahedine-e Jalq, conocido como MKO, es el responsable de causar el terror durante varias décadas en la nación iraní. Según la asociación de víctimas de Irán, más de 17.000 personas han sido asesinadas en la república islámica iraní por este grupo.
Sin embargo, tras 15 años registrada como organización terrorista, EE.UU. ha sacado a MKO de la lista negra. Más de 1.500 millones de dólares se han destinado para lavar la cara de ese grupo iraní. Además, según el Centro por la Responsabilidad Política en Washington, en los últimos años más de 100 congresistas, tanto demócratas como republicanos, y rostros conocidos de la élite estadounidense han recibido decenas de miles de dólares para respaldar su salida como grupo terrorista. Argumentaban hace un año que ya no es una amenaza para EE.UU. y que ya no son violentos.
Precisamente, el MKO pasó a formar parte de los grupos terroristas señalados por la Casa Blanca, entre otros motivos, por matar a varios funcionarios estadounidenses en Irán en la década de los años 70. Incluso antes de la invasión de Irak, George Bush argumentó que su ataque también se debía a que el régimen de Hussein ofrecía apoyo a facciones terroristas. No era otro que el MKO. Ahora, sin embargo, el contexto político ha cambiado y con ello los propios congresistas.
Dentro del territorio iraní, el MKO carece de apoyo popular. La guerra entre Irak e Irán hizo volar por los aires su posible legitimidad. Su objetivo era derrocar al régimen iraní. Por ello, el grupo armado respaldó al Gobierno de Saddam Hussein y luchó contra los propios iraníes durante años.
Pero la contradicción en Irán es cómo EE.UU. es capaz de asegurar que es el abanderado de la lucha antiterrorista en el mundo y a su vez apoyar a grupos armados. Según el Gobierno de Ahmadineyad, el terror como las sanciones económicas son herramientas que Washington utiliza a su antojo para desestabilizar a los países en los que tiene importantes intereses”.
Las acusaciones de apoyar a grupos terroristas se cruzan entre Washington, Tel Aviv y Teherán. Mientras tanto, esa vieja herramienta política que no distingue de ideologías sigue sesgado vidas humanas.
| A pesar de acusar a Teherán de ser la mano negra de una larga lista de atentados, EE.UU. apoya la organización iraní responsable de ataques terroristas contra los propios iraníes.
Washington y Tel Aviv acusan a Teherán de una larga lista de atentados, desde el asesinato de cinco judíos en Bulgaria hasta la masacre que se llevó la vida de 85 personas de la comunidad hebrea en Argentina en los años 90. Pero las acusaciones tienen dos caras.
El grupo armado Muyahedine-e Jalq, conocido como MKO, es el responsable de causar el terror durante varias décadas en la nación iraní. Según la asociación de víctimas de Irán, más de 17.000 personas han sido asesinadas en la república islámica iraní por este grupo.
Sin embargo, tras 15 años registrada como organización terrorista, EE.UU. ha sacado a MKO de la lista negra. Más de 1.500 millones de dólares se han destinado para lavar la cara de ese grupo iraní. Además, según el Centro por la Responsabilidad Política en Washington, en los últimos años más de 100 congresistas, tanto demócratas como republicanos, y rostros conocidos de la élite estadounidense han recibido decenas de miles de dólares para respaldar su salida como grupo terrorista. Argumentaban hace un año que ya no es una amenaza para EE.UU. y que ya no son violentos.
Precisamente, el MKO pasó a formar parte de los grupos terroristas señalados por la Casa Blanca, entre otros motivos, por matar a varios funcionarios estadounidenses en Irán en la década de los años 70. Incluso antes de la invasión de Irak, George Bush argumentó que su ataque también se debía a que el régimen de Hussein ofrecía apoyo a facciones terroristas. No era otro que el MKO. Ahora, sin embargo, el contexto político ha cambiado y con ello los propios congresistas.
Dentro del territorio iraní, el MKO carece de apoyo popular. La guerra entre Irak e Irán hizo volar por los aires su posible legitimidad. Su objetivo era derrocar al régimen iraní. Por ello, el grupo armado respaldó al Gobierno de Saddam Hussein y luchó contra los propios iraníes durante años.
Pero la contradicción en Irán es cómo EE.UU. es capaz de asegurar que es el abanderado de la lucha antiterrorista en el mundo y a su vez apoyar a grupos armados. Según el Gobierno de Ahmadineyad, el terror como las sanciones económicas son herramientas que Washington utiliza a su antojo para desestabilizar a los países en los que tiene importantes intereses”.
Las acusaciones de apoyar a grupos terroristas se cruzan entre Washington, Tel Aviv y Teherán. Mientras tanto, esa vieja herramienta política que no distingue de ideologías sigue sesgado vidas humanas.