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La CIA sigue torturando, aunque a través de sus “colaboradores”
Residente de Londres, pasó varios meses en una cárcel africana donde fue torturado
Un ex ciudadano británico entregado a la CIA denuncia haber sido sometido a torturas por colaboradores de la inteligencia estadounidense en una cárcel africana.
El joven de raíces somalíes Mahdi Hashi, de 23 años de edad, era residente en Londres desde los cinco años pero en 2012 el Reino Unido le revocó la ciudadanía cuando Mahdi se negó a espiar para la inteligencia británica. Entonces desapareció de Londres y durante meses no se supo de su paradero hasta que la familia del joven se enteró de que se encontraba en una prisión de Yibuti, acusado de terrorismo por la CIA.
Mahdi Hashi reveló a sus abogados que los carceleros africanos que colaboran con la CIA y el FBI lo habían torturado. Durante los interrogatorios entre agosto y noviembre de 2012, el sospechoso solo llevaba ropa interior y fue obligado a ver las torturas a las que eran sometidos otros reclusos. Además, le amenazaron en diferente tipo de abusos y descargas eléctricas.
Finalmente, Mahdi firmó una confesión y fue trasladado a EE.UU. para comparecer ante un tribunal de Nueva York. Se acusa al joven de participar en el entrenamiento de uso de armas y explosivos para el movimiento somalí “Al-Shabab” de Somalia.
Los abogados de Mahdi, Faisal Saifee y Hussain Saghir, creen que, a pesar de que la CIA afirma que la tortura ya no es un método usado por esta organización para obtener información, esas técnicas continúan siendo aplicadas por sus colaboradores en otros países.
| Un ex ciudadano británico entregado a la CIA denuncia haber sido sometido a torturas por colaboradores de la inteligencia estadounidense en una cárcel africana.
El joven de raíces somalíes Mahdi Hashi, de 23 años de edad, era residente en Londres desde los cinco años pero en 2012 el Reino Unido le revocó la ciudadanía cuando Mahdi se negó a espiar para la inteligencia británica. Entonces desapareció de Londres y durante meses no se supo de su paradero hasta que la familia del joven se enteró de que se encontraba en una prisión de Yibuti, acusado de terrorismo por la CIA.
Mahdi Hashi reveló a sus abogados que los carceleros africanos que colaboran con la CIA y el FBI lo habían torturado. Durante los interrogatorios entre agosto y noviembre de 2012, el sospechoso solo llevaba ropa interior y fue obligado a ver las torturas a las que eran sometidos otros reclusos. Además, le amenazaron en diferente tipo de abusos y descargas eléctricas.
Finalmente, Mahdi firmó una confesión y fue trasladado a EE.UU. para comparecer ante un tribunal de Nueva York. Se acusa al joven de participar en el entrenamiento de uso de armas y explosivos para el movimiento somalí “Al-Shabab” de Somalia.
Los abogados de Mahdi, Faisal Saifee y Hussain Saghir, creen que, a pesar de que la CIA afirma que la tortura ya no es un método usado por esta organización para obtener información, esas técnicas continúan siendo aplicadas por sus colaboradores en otros países.