El periódico palestino “Al-Manar” que se edita en la ciudad santa de “Al-Quds” (Jerusalén), ha revelado, de fuentes turcas bien informadas, la existencia de un pacto turco-israelí para “desintegrar” el mundo árabe y crear estados de minorías religiosas que a su vez se aliaran con la entidad sionista. Este acuerdo secreto ha sido firmado hace años, el gobierno turco se prometió a cumplirlo, según afirma el diario que también señala que la existencia de dicho acuerdo despeja dudas sobre la actitud turca tan hostil con los temas y causas árabes y el por qué coopera con las fuerzas del mal y confabula para derramar la sangre del pueblo sirio.


Las fuentes aseguran que el ministro de Exteriores turco, Ahmed Daoud Uglo, quien está vinculado al Servicio de Inteligencia de Estados Unidos y tiene estrechas relaciones con responsables sionistas, se hizo cargo, junto al Emirato de Qatar, de realizar el plan de desintegración de los países árabes por todos los medios, en colaboración con las fuerzas y los movimientos religiosos bajo cubertura estadounidense, siempre con el pretexto de aplicar y difundir los principios de los derechos humanos y la democracia, ya que representan un portal seductivo para los que no tienen la suficiente conciencia.

Las fuentes indican que una fuerte alianza se entabló después de haber fracasado las autoridades turcas y qataríes, apoyadas por Arabia Saudita, con el propósito de destruir Siria, como estado y como pueblo, para que puedan proseguir con el plan inicial de convertir la región entera en pequeños estados de minorías, debido a que la actual Siria es como un gran muro que puede hacer fracasar sus planes.

En el mismo contexto, en el plano de continuar la operación de reclutar sicarios y entrenarlos en diversos campamentos de terroristas dentro del territorio turco, además de Arabia y Qatar, el diario desvela, citando fuentes bien informadas, que tanto en Arabia como en Qatar se publicaron anuncios en los medios de comunicación árabes ofreciendo empleos, para proceder más tarde a llevar los solicitantes a campamentos especiales en ambos países, donde los obligan a afiliarse a los grupos terroristas que actúan dentro del territorio sirio a cambio de generosas primas.


Las fuentes explicitan que las autoridades de Arabia y Qatar ofrecen a los solicitantes contratos de trabajo con altos salarios y los facilitan nuevas identidades con nombres falsos después de retirar su autentica documentación, pasados diez días los trasladan a los campamentos de adiestramiento en Turquía para que aprendieran a manejar las armas sofisticadas y la preparación de explosivos e utilizarlos.

Según la versión de estas fuentes, los que resisten la tentativa y niegan a participar serían retenidos en centros especiales situados en zonas remotas. Las fuentes subrayan que muchos de estos han perdido la vida a causa del mal trato y la tortura al que son objetos en los centros de retención.

De otra parte, el periódico señala que un grupo de investigadores europeos especialistas en asuntos de Oriente Medio, han llegado a la conclusión, tras discutir los acontecimientos en la región árabe, que lo que se llama primavera árabe, que tanto elogia Estados Unidos, no ha tratado los aspectos sociales negativos, ni ha puesto soluciones para la deteriorada economía o para la frustrante práctica política, ni siquiera ha resuelto el fracaso administrativo, aclarando que la democracia que tanto menciona Estados Unidos no es más que una dictadura con atuendo islámico. Y por último opinan que la lucha entre los grupos islámicos y los movimientos liberales continuará en diferentes formas.