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Víctimas del terrorismo israelí afirman que más personas se unirían a la Resistencia

Víctimas del terrorismo israelí afirman que más personas se unirían a la Resistencia

Víctimas del terrorismo israelí con buscapersonas en Líbano afirman que más personas se unirían ahora al Frente de la Resistencia.

Por: Hiba Morad

La campaña terrorista israelí no puede disuadir a decenas de miles de jóvenes altamente motivados de apoyar la resistencia con convicción hasta su último aliento, dijo una víctima de los atentados con buscapersonas en Beirut, la capital libanesa, al sitio web Press TV.

Desde su cama en el Centro Médico de la Universidad Americana de Beirut (AUBMC), Ali comentó que el reciente asesinato del alto comandante del Movimiento de Resistencia Islámica de Líbano (Hezbolá), Ibrahim Aqil, y sus camaradas inspirará a cientos, si no miles, a unirse al movimiento de Resistencia libanesa.

Con un tono tranquilo y los ojos y manos vendados, Ali subrayó que el régimen de Tel Aviv no comprende que, al asesinar a los combatientes y líderes de la Resistencia, el frente se vuelve más fuerte y decidido.

“El enemigo israelí asesinó a altos dirigentes de Hezbolá como Hajj Aqil y Hajj Mohsen, pero todos somos Hajj Aqil y Hajj Mohsen, y no abandonaremos este camino. Mis amigos y yo volveremos más fuertes, aunque solo nos queden uno o dos dedos”, afirmó con una amplia sonrisa en el rostro.

El 17 de septiembre, más de 3000 personas, en su mayoría civiles, resultaron heridas en Líbano y Siria tras una serie de explosiones provocadas por un ataque selectivo israelí a la red de telecomunicaciones del país, que hizo estallar los buscapersonas.

Los atentados indiscriminados con buscapersonas, que se registraron primero en los suburbios del sur de Beirut, fueron seguidos por la detonación de walkie-talkies, que también causaron cientos de víctimas.

El método y el modus operandi utilizados en ambos ataques perpetrados el martes y el miércoles fueron los mismos, considerados por expertos militares como actos de terrorismo en plena luz del día.

Apenas tres días después, el 20 de septiembre, un ataque aéreo israelí con bombas pesadas golpeó el corazón de los suburbios del sur de Beirut, destruyendo dos edificios residenciales.

El ataque terrorista dejó más de 45 muertos y al menos 68 heridos, aunque el saldo no es definitivo. Entre los asesinados en la agresión aérea israelí del F-35 se encontraban el comandante Aqil (alias Hajj Abdul Qader) y otros altos mandos y miembros.

Hezbolá prometió tomar represalias y cumplió con su palabra con una andanada de ataques con misiles contra la base aérea Ramat David y el aeropuerto militar al sureste de la ciudad ocupada de Haifa, así como el complejo militar-industrial Rafael cerca de Haifa a primera hora del domingo.

Aqil fue enterrado en Dahiye, en Beirut, el domingo por la tarde, horas después de la operación militar de Hezbolá, que fue sólo una parte de la represalia.

“Nos levantaremos de nuevo”

La madre de Ali, cuyo hijo perdió cuatro dedos de cada mano, habló con el sitio web Press TV, recordando los acontecimientos de la sangrienta tarde del 17 de septiembre, cuando tuvo lugar la carnicería.

“Mi hijo estaba sentado en su oficina cuando el buscapersonas le explotó en la cara mientras revisaba el mensaje que había recibido. Apenas podía ver debido a la sangre que cubría sus ojos y su rostro”, relató.

“Se acercó a la puerta, solo para darse cuenta de que tenía las manos ensangrentadas y los dedos arrancados. Usando su codo, abrió la puerta y bajó las escaleras, donde algunas personas lo ayudaron y lo trasladaron a un hospital”, explicó.

Indicó que Ali fue llevado inicialmente al Hospital Al-Rasoul al-Azam, pero estaba abrumado por las víctimas, no quedaba espacio ni siquiera en el departamento de emergencias porque el número de heridos era demasiado alto.

Su amigo le informó que una ambulancia lo trasladaría al Hospital Universitario Americano porque Ali había comenzado a perder el conocimiento debido al sangrado excesivo de heridas profundas.

“Corrí al hospital. Tan pronto como llegué, vi a un joven con los ojos cerrados en una ambulancia fuera de la sala de emergencias. Salté, empujé a un lado al hombre sentado a su lado y le dije: Voy con mi hijo al hospital”.

Sin embargo, el hombre le dijo que era su hermano el que estaba en la ambulancia.

“Estaba en estado de shock total. Todos esos jóvenes heridos parecían iguales, con las caras y las manos envueltas en vendas. Mi hijo tiene un tatuaje en la pierna, y esa era la única forma en que podía confirmar si era él. Revisé la pierna por encima del tobillo, pero no había tatuaje”, recordó.

La madre de Ali, angustiada, finalmente lo encontró horas después en el Centro Médico Americano.

“Cuando lo vi, estaba muy animado. La calma y la sonrisa en su rostro ensangrentado nos tranquilizaron”, aseveró al sitio web Press TV mientras luchaba por contener las lágrimas.

Durante la cirugía, bajo anestesia parcial, Ali escuchó atentamente el discurso del líder de Hezbolá,  Seyed Hassan Nasrolá, que se produjo después de los atentados terroristas israelíes.

Más tarde, preguntó a sus amigos sobre el estado de otras personas que habían resultado heridas y bromeó sobre cuántos dedos habían perdido, diciendo que todavía podían luchar contra el enemigo sionista con un solo dedo.

Al día siguiente, un representante de la asociación de heridos visitó a Ali. Su madre recuerda que Ali le dijo con una sonrisa cordial: “Será mejor que me dejes volver a trabajar en cuanto salga del hospital; no tengo tiempo que perder”.

También pidió enviar un mensaje al líder de Hezbolá, diciendo: “Dile a Seyed Hassan que no se preocupe. Somos resistentes, lo apoyamos y no nos vamos a ir a ninguna parte. Estamos aquí para quedarnos”.

Los vestíbulos y las cafeterías del hospital se habían convertido en lugares de reunión para los padres, hermanos y hermanas de los heridos, donde se reunían y se tranquilizaban emocionalmente.

“Se puede sentir la energía positiva en estos lugares”, anotó. “Hablamos de que nuestros hijos volverán a trabajar pronto, a pesar de sus heridas, y de que nada quebrantará su voluntad ni la nuestra”, remarcó la madre de Ali.

“Sí, es doloroso ver sufrir a mi hijo y a otros jóvenes, pero confiamos en que las cosas se normalicen, aunque con algunos cambios”.

El Ministerio de Salud del Líbano ha avisado que el número de mártires por las agresiones electrónicas del enemigo israelí ha subido a 37 y hay unos 3000 heridos.

El ministro de Salud del Líbano, Firas al-Abiad, detalló que la mayoría de las lesiones fueron en la cara, los ojos, las manos o el abdomen.

Médicos en una carrera contra el tiempo

Los médicos y paramédicos de los hospitales de todo Líbano han estado trabajando sin descanso para tratar a las víctimas de las explosiones de buscapersonas y walkie-talkies causadas por el régimen de Tel Aviv.

En declaraciones al sitio web Press TV, describieron con gran detalle las horribles lesiones, que incluyen daños en los ojos, amputaciones y heridas graves causadas por el ataque.

Una médica de Beirut, hablando de forma anónima, apuntó que nunca había visto lesiones así en sus 20 años de carrera.

“Las lesiones más devastadoras fueron en los ojos, donde se extrajeron grandes fragmentos de metralla. El setenta por ciento de las víctimas perdieron un ojo y el veinte por ciento ambos”, dijo al sitio web de Press TV.

La doctora Marwa Ajdar, que trabaja en la Universidad Sheij Ragheb Harb en el sur del Líbano, agregó que muchas lesiones incluían quemaduras, laceraciones y erosiones en la cabeza, el cuerpo y las extremidades.

La dermatóloga estética y quirúrgica que operó a varias víctimas heridas declaró que un gran número de pacientes tenían daño directo en los ojos, lo que les hizo perder la visión en uno o ambos ojos, y daños en las extremidades que llevaron a la exposición de tendones y huesos, incluso a la amputación.

Subrayó que la magnitud del daño dependía de la proximidad y la posición del buscapersonas o el walkie-talkie.

La Dra. Ajdar también describió cómo los equipos médicos se dividieron en grupos para manejar la gran afluencia de pacientes. Algunos médicos estabilizaron a los pacientes, otros realizaron cirugías y otros realizaron exploraciones radiológicas y otras pruebas médicas para evaluar las lesiones internas.

“Intentamos con todas nuestras fuerzas ocultar nuestras lágrimas y tristeza. Nos sentíamos asfixiados”, manifestó.

“Todos los médicos tenían sentimientos encontrados de tristeza, dolor, frustración, ira e indignación, pero aun así estábamos decididos a seguir adelante porque teníamos que hacerlo. Los pacientes heridos estaban de muy buen humor y eso era increíble”.

Recordó que una de las víctimas, un chico de 14 años con un pie dañado y pérdida de audición en un oído, incluso bromeó con el personal médico sobre cómo había dormido durante la explosión.

“Estaba bromeando diciendo que estaba profundamente dormido cuando se produjo la explosión en la habitación, sin embargo, se despertó con las voces de llanto y gritos de su madre y su hermana que se dirigían al hospital”, detalló.

Entre los muertos había una niña de 9 años, un niño de 10 años y el hijo de un legislador afiliado a Hezbolá, según informó anteriormente el sitio web Press TV.

El régimen de ocupación israelí tiene un gran historial de atacar a civiles, incluidos mujeres y niños, en Líbano y Palestina, y sigue desafiando el derecho internacional y la ética bélica básica, según los expertos.
 

| 27/09/2024