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La capacidad naval de Hezbolá podría destruir cualquier tipo de buque enemigo
Tras el envío de barcos iraníes cargados con diésel a Líbano y las alertas de Nasrolá contra provocaciones, es oportuno revisar la capacidad naval de Hezbolá.
El jueves, el secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de Líbano (Hezbolá), Sayed Hassan Nasrolá, anunció la salida de un barco cargado con diésel de Irán rumbo a Líbano, para paliar la crisis en el país, y prometió que “llegarían más barcos” desde la República Islámica.
Al anunciar tal envío, Nasrolá advirtió a Estados Unidos y el régimen israelí que no cometieran ningún error, destacando que los barcos iraníes serían considerados como “territorio libanés” desde el momento que zarpan hacia Líbano.
Dada la alerta lanzada por el líder de Hezbolá, los ojos vigilantes del mundo se han enfocado en las estrategias de la Resistencia libanesa en cuanto a sus capacidades navales para hacer frente a las amenazas.
Aunque la Resistencia libanesa no exhibe su capacidad militar cualitativa y espera el momento adecuado para usarla, la agencia iraní de noticias Tasnim ha publicado este lunes una nota, haciendo mención de las armas navales más prominentes, incluidos misiles y barcos, que los sionistas y algunos medios de comunicación vislumbran que Hezbolá tendrá en su posesión.
C-802:
C-802 es un misil antibuque de crucero en base a combustible sólido, de fabricación china. Este misil es conocido por su alto rendimiento, pues, debido a la pequeña reflectividad del radar del misil, la trayectoria de vuelo de ataque bajo (cinco a siete metros sobre la superficie del mar) y la fuerte capacidad antinterferencias de su sistema de guía, los barcos objetivo tienen una posibilidad muy pequeña de interceptar el misil.
El C-802 se puede lanzar desde aviones, barcos de superficie, submarinos y vehículos terrestres, además de estimarse que la probabilidad de impacto de un solo disparo de este misil es tan alta como del 98 %.
Yakhont:
Yakhont (P-800 Ónix) es un sofisticado misil antibuque supersónico de origen ruso, que tiene un alcance de 300 kilómetros, y lleva una cabeza nuclear de 200 kg, y es capaz de volar a una altura de sólo cinco a 15 metros, lo que lo hace muy difícil de detectar e interceptar.
El P-800 tiene un sistema de guía eficaz. Al comienzo de su vuelo, utiliza la guía satelital y, hacia el final, rastrea activamente su objetivo con un radar. Esta guía funciona tan bien que el P-800 tiene un error circular probable de solo 1,5 metros.
El misil tiene dos formas diferentes de acercarse a su objetivo. Puede volar justo por encima del mar durante todo el trayecto, lo que reduce su alcance a 120 kilómetros, no obstante, reduce la visibilidad del radar. O puede comenzar a volar alto y lanzarse hacia el objetivo.
Sistemas de misiles antibuque:
Expertos creen que Hezbolá posee sistemas de misiles antibuque pequeños y medianos, que representan una amenaza seria para los buques israelíes.
De allí que la alta movilidad en combate, así como el ocultamiento completo, siempre han sido un principio para los combatientes de la Resistencia, sería posible que estos sistemas de misiles sean completamente móviles, tengan un misil guiado automático, con una función independiente en la detección inicial.
Lanchas rápidas:
Los combatientes de la Resistencia libanesa también podrían poseer lanchas rápidas. Aunque no hay información sobre el tamaño u otros rasgos de estos barcos, es posible que Hezbolá se haya aprovechado de ellos, pues el uso de las embarcaciones de alta velocidad equipadas con artillería pesada, misiles de corto alcance y misiles tierra-aire o tierra-tierra, ha sido hasta ahora bastante eficaz en otras partes de la región de Aisa Occidental y ante Armadas mucho más fuertes de la del régimen sionista.
Hezbolá podría sorprender la marina israelí en un futuro conflicto
El régimen israelí se enfrentó al primer ataque sorpresa a nivel marítimo en 2006, en el marco de la Guerra de 33 días impuesta a Líbano por parte de los sionistas.
Hezbolá informó en julio de 2006 —en el tercer día de la Guerra de 33 días— de la destrucción del INS Hanit, una moderna corbeta de clase Sa’ar 5, que apuntaba contra los centros e infraestructuras vitales de Líbano.
Desde entonces, Hezbolá ha estado intentado desarrollar sus capacidades militares, incluso en el mar, algo que supone una gran amenaza para el régimen de Tel Aviv.
Según estimaciones de expertos, en cualquier guerra contra el régimen israelí, el movimiento libanés podrá sorprender a la marina de guerra israelí lanzando ofensivas con sus lanchas rápidas, e incluso desembarcar paracaidistas en las costas norteñas de los territorios ocupados palestinos.
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